SAN DIEGO -- Los San Diego Chargers optaron por ir en contra de la tendencia de los demás equipos con calibre de playoffs de buscar a esquineros grandes para sumar a sus defensivas durante la presente temporada baja.
Los Denver Broncos, campeones defensores de la AFC, firmaron a Aqib Talib de 6 pies con 1 pulgada de estatura durante la agencia libre, y reclutaron a Bradley Roby de Ohio State y 5 pies con 11 pulgadas de estatura en la primera ronda del draft. Los New England Patriots, quienes se enfrentaron a Denver en el Juego de Campeonato de la AFC la temporada pasada, reemplazaron a Talib con uno de los mejores esquineros del juego: Darrelle Revis, de 5 pies con 11 pulgadas de estatura.
Los Patriots también sumaron a Brandon Browner de 6 pies con 4 pulgadas de altura en la agencia libre para jugar al lado opuesto de Revis una vez que cumpla con su suspensión de cuatro partidos.
Los rivales de San Diego en la AFC Oeste, Kansas City Chiefs, cortaron a Brandon Flowers de 5 pies con 9 pulgadas por cuestiones financieras, y tienen una dupla proyectada para titulares en las esquinas conformada por Marcus Cooper de 6 pies con 2 pulgadas y Sean Smith de 6 pies con 3 pulgadas.
Los Chargers recientemente firmaron a Flowers, cortando al esquinero de 6 pies y 1 pulgada, Brandon Jones, para abrirle un sitio en la plantilla de 90 jugadores. Por supuesto, los Chiefs rápidamente anexaron a Jones porque se ajusta al perfil que busca el equipo en un esquinero de cobertura de presión.
Equipos como Denver, New England y Kansas City intentan emular el éxito que han disfrutado los Seattle Seahawks con esquineros altos, espigados como Richard Sherman (6 pies con 3 pulgadas) y Byron Maxwell (6 pies con 1 pulgada). A lo largo de las últimas dos campañas, los Seahawks tienen la mayor cantidad de intercepciones (46) durante ese lapso.
Los Chargers son el equipo N° 25 en la NFL en los dos últimos años con 25 intercepciones. Con un promedio de 5 pies con 10 pulgadas y 192 libras de peso, San Diego cuenta con la secundaria más pequeña de la liga. Sin embargo, el coordinador defensivo John Pagano confiará en una mejoría en la presión sobre los mariscales de campo, aunado a un mayor atleticismo en la retaguardia, para mejorar la defensiva de pase de su equipo.
San Diego espera obtener impacto del esquinero recluta de primera vuelta Jason Verrett, quien se acomoda al perfil que busca el equipo por un defensivo rápido gracias a sus 5 pies con 9 pulgadas de estatura y 190 libras de peso. El gerente general de los Chargers, Tom Telesco, dijo antes del draft de este año no creer que el tamaño sea un tema en la posición de esquinero. Y Telesco puede mirar al éxito pasado reclutando a backs defensivos pequeños para los Indianapolis Colts, como Tim Jennings y Bob Sanders, como evidencia de esa teoría.
"Necesitamos a jugadores que sepan cubrir, N° 1, y taclear", expresó Telesco en entrevista antes del sorteo colegial de este año. "Y si vienen en un tamaño más pequeño, entonces viene en un tamaño más pequeño. Si tienen un tamaño promedio, tienen un tamaño promedio. Pero si sólo esperas a Richard Sherman, estarás esperando mucho tiempo".
Verrett, quien espera estar completamente sano al inicio del campamento de entrenamiento después de una cirugía de temporada baja en el hombro, cree que su estatura no será un obstáculo.
"Simplemente se trata de mover los pies y jugar de un modo más inteligente sobre el campo", explicó Verrett. "Jugué contra muchos tipos que medían 6' 2'', 6' 3'' [a nivel colegial]. Realmente no intentaba ponerles las manos encima demasiado. Y una vez que el balón está en el aire, definitivamente ser un competidor [es importante]."
¿Por qué importa el tamaño?
En su regreso a la NFL, el entrenador en jefe de los Seahawks, Pete Carroll, se enfocó en desarrollar a una defensiva con énfasis en velocidad, anticipación y tamaño. Eso es particularmente evidente en la secundaria, donde Seattle cuenta con una de las duplas de esquineros más grande de la liga con Sherman y Maxwell.
Carroll trajo de vuelta la técnica "bump-and-run" que se volviera famosa hace décadas gracias a duplas de esquineros físicos como Mel Blount y J.T. Thomas de los Pittsburgh Steelers, Mike Haynes y Lester Hayes de los Oakland Raiders, y Dale Carter y James Hasty en Kansas City.
El concepto es simple: crear una presión feroz sobre el pasador al frente, y tratar de obligar al mariscal de campo a completar pases difíciles sobre los brazos estirados de esquineros altos.
Aunque tipos como Sherman puedan ser superados por uno o dos pasos, todavía conservan la oportunidad de recuperarse y completar la jugada.
El mejor ejemplo de ello es el pase desviado de Sherman dirigido por Colin Kaepernick hacia Michael Crabtree que el apoyador Malcolm Smith interceptó, sellando el boleto de Seattle al Super Bowl la postemporada pasada.
Sherman fue superado por un paso o dos en la jugada, pero su longitud le permitió cortar el envío.
Maxwell también utilizó su longitud para interceptar un pase de Eli Manning, de los New York Giants, en una ruta cruzada corta en otra instancia.
¿Cómo jugar grande?
Los Chargers deben compensar por su falta de tamaño jugando con gran anticipación. Y para hacerlo se requiere bastante estudio de video, comprensión de las alineaciones de los receptores, oportunidad y distancia, y los conceptos de rutas que prefiere enviar cada equipo en ciertas situaciones dadas.
Pocos son mejores para conjuntar todo lo anterior que el profundo de San Diego, Eric Weddle.
Jugando en contra de un receptor de mucho mayor tamaño en el ala cerrada de los Dallas Cowboys, Jason Witten, Weddle dos veces hizo la jugada en tercera oportunidad el año pasado en una victoria de los Chargers.
Los Chargers jugaron con tres profundos, tres esquineros y un apoyador medio, generando la presión con cuatro hombres, algo que quizás se vea con frecuencia este año en situaciones de pase.
Weddle dijo que una mejor comunicación será clave esta temporada para mejorar el juego de San Diego en la última línea de la defensiva, algo con lo que una joven secundaria tuvo problemas durante el 2013.