ST. LOUIS -- Hay muchas razones para creer que los St. Louis Rams darán el siguiente paso durante la próxima temporada. Una es que juegan en una división, la NFC Oeste, que los ha hecho más fuertes. Otra es que su entrenador en jefe, Jeff Fisher, sabe cómo construir un contendiente de playoffs luego de pasar cerca de dos décadas con los Tennessee Titans.
También está el hecho de que ningún equipo ha invertido más en selecciones altas del draft en los últimos tres años que St. Louis. Los Rams simplemente están preparados para explotar, con este otoño pareciéndose mucho a su fiesta de presentación.
Puede haber risas en Seattle y San Francisco, pero los escépticos deben reconocer los componentes claves que hacen que los Rams sean capaces de dar un gran salto hacia adelante.
Los San Francisco 49ers fueron alguna vez un equipo en una posición similar, abastecidos con talento de primera ronda y sin dirección. Los Seattle Seahawks, campeones del Super Bowl la temporada pasada, no tenían un verdadero plan para su éxito hasta que el entrenador en jefe Pete Carroll y el gerente general John Schneider ensamblaron un equipo construido alrededor de joyas ocultas y una filosofía de trabajo. Los Rams llegan a esta temporada con un equipo también cargado de talento joven y suficiente hambre para llevarlos a lugares en los que la franquicia no ha estado durante años.
Este equipo aún tiene muchos jugadores que recuerdan lo que fue terminar 4-1-1 contra rivales de la NFC Oeste en el 2012. Ese mismo grupo aún conserva el deseo después de conseguir apenas una victoria contra sus rivales divisionales en camino a un récord 7-9 la campaña pasada.
"Estamos en nuestro tercer año con el coach Fisher y [el gerente general] Les Snead, así que nos sentimos bien", declaró el ala defensiva Chris Long. "Todos los años hemos visto mejorías. Nos hemos vuelto más rápidos y físicos, y hemos demostrado destellos de ello. Hemos derrotado a algunos equipos buenos. Hemos peleado codo a codo con equipos que han alcanzado el Super Bowl".
Si los Rams van a dar ese salto para ser contendientes de playoffs después de temporadas consecutivas con siete victorias, dos cosas tienen que suceder. La primera consiste en la maduración de una defensiva que cuenta con uno de los frentes más prometedores de la NFL. Los Rams tienen apoyadores atléticos (encabezados por Alec Ogletree y James Laurinaitis) y cuatro frontales que incluyen a reclutas de primera ronda en cada posición (junto con el tackle defensivo Aaron Donald elegido con la selección global N° 13 en el draft de este año). La estrella del grupo es el ala defensiva de cuarto año Robert Quinn, quien terminó en el segundo lugar de la NFL con 19 capturas la temporada pasada.
Los Rams fueron sólidos a la defensiva en el 2013 --su ubicaron en el lugar N° 13 de la liga en puntos permitidos y N° 15 en yardas totales-- pero aún tienen mucho camino por delante. La llegada del nuevo coordinador defensivo Gregg Williams debe ayudar a los Rams a aprovechar ese potencial. Por mucho que Williams ha sido criticado por su participación en el escándalo de recompensas de los New Orleans Saints que provocó su suspensión de la liga, él puede dirigir bien una defensiva. Sus equipos vuelan hacia el balón, provocan robos y dejan a la mayoría de las ofensivas rivales con la sensación que han estado luchando en una pelea callejera de 60 minutos.
No pasen eso por alto cuando los Rams se enfrenten a Russell Wilson de Seattle y Colin Kaepernick de San Francisco dos veces en el año.
Long agregó: "La intensidad [de Williams] es lo más importante. Él habla todos los días de estar en una entrevista. Da lo mejor de sí todo el tiempo y espera la misma actitud de todos a los que dirige. Hace que todos sean responsables".
La segunda variable más importante para los Rams es el desarrollo del mariscal de campo Sam Bradford, quien está entrando a su quinta temporada. Bradford ha experimentado muchas cosas en su joven carrera, ha pasado de ser el Novato Ofensivo del Año, a tener problemas en un nuevo sistema ofensivo en su segunda temporada, a perderse la temporada después de siete partidos por un desgarre de ligamento cruzado anterior. A pesar de todos sus altibajos, los Rams han sido pacientes y mantienen la confianza que él puede ser el mariscal de campo que imaginan. Como prueba, señalan sus números en la primera mitad de la temporada, en la que lanzó 14 pases de touchdown y apenas cuatro intercepciones.
Bradford no tiene que ser excepcional para que los Rams mejoren. Sólo tiene que estar cerca de lo que fue antes de su lesión del año pasado y ser consistente contra las duras defensivas de la NFC Oeste. Lo que hace a Kaepernick y Wilson tan difíciles es su habilidad para hacer jugadas que cambien el rumbo de los partidos cuando sus equipos más las necesitan. Aunque Bradford carece de su velocidad y rapidez, cuenta con las herramientas para considerar que puede manejar los momentos difíciles cuando está sano.
Los Rams también están emocionados por lo que han visto de él hasta ahora en la temporada baja. "Fue muy decepcionante el año pasado debido a la lesión que sufrió", expresó el coordinador ofensivo Brian Schottenheimer. "Pero también sabe lo que tiene que hacer para mantenerse sano. Ha ganado músculo en la parte alta de su cuerpo y los días que tuvo durante las actividades organizadas por el equipo fueron fantásticos. Participó en cinco de las nueve prácticas completas, y lució bien. Sabe qué jugadas tiene que hacer para nosotros, y eso es importante. En verdad no sabíamos cuánto tiempo tendríamos con él en la temporada baja.
Al igual que la mayoría de los equipos que terminaron en último lugar, hay otras péquelas ventajas que podrían ayudar pronto a St. Louis. Inician la temporada en contra de tres equipos --Minnesota Vikings, Tampa Bay Buccaneers y Dallas Cowboys-- que no calificaron a la postemporada el año pasado. Después de eso, los Rams tendrán que ponerse a prueba rápido, con partidos ante los Philadelphia Eagles, San Francisco (dos veces), Seattle, Kansas City Chiefs, Arizona Cardinales, Denver Broncos y San Diego Chargers en las siguientes nueve semanas. Los Cardinals son el único equipo en ese grupo que no alcanzó los playoffs en el 2013, y ganaron 10 partidos antes de quedar eliminados en la Semana 17.
Hay muchas razones para creer que los Rams podrían ser el equivalente a los Cardinals o Carolina Panthers del año pasado, dos equipos que tuvieron un éxito sorprendente con defensivas sólidas y una actuación eficiente de su mariscal de campo.
"Eso espero, pero si no ejecutamos puede ser muy peligroso", sentenció Long. "Tenemos que trabajar y tenemos que mostrar un mayor crecimiento. Tengo 29 años, y soy el tercer jugador más viejo de aquí en este momento. Estamos en el punto en el que la juventud ya no será suficiente".
Esto pasa a ser un momento crítico que todos los equipos jóvenes enfrentan eventualmente. Los malos tienden a encontrar excusas para seguir perdiendo, mientras que los buenos encuentran una identidad. Los Rams ya tienen piezas suficientes en su lugar para saber quién tienen que ser esta temporada. Lo único que importa ahora es juntar todas las piezas.