EDEN PRAIRIE -- Los Minnesota Vikings han reconvenido después de su descanso invernal, con la mayoría de su plantilla reunida en las instalaciones del club para trabajos diarios de fuerza y acondicionamiento.
Adrian Peterson, por supuesto, ha estado conspicuamente ausente.
"Los chicos en el vestidor, todos amamos a Adrian", dijo el mariscal de campo Teddy Bridgewater. "Pero ahora debemos enfocarnos en los que sí están aquí. Vamos a seguir mejorando".
En el pasado, el corredor estelar rara vez participó en las actividades de temporada baja que no eran obligatorias contractualmente, prefiriendo prepararse con su entrenador personal en Houston, donde vive. Ese fue el caso nuevamente este año.
¿La diferencia ahora? Peterson ha dicho que no desea regresar a los Vikings. Recientemente fue reinstalado en la liga de una suspensión luego de que enfrentara cargos por abuso infantil, incidente que lo mantuvo alejado del campo para todos excepto uno de los partidos de la temporada pasada, pero su deseo es un inicio fresco en otro sitio. A Peterson le restan tres años por 45 millones de dólares en su contrato, pero nada de ese dinero es garantizado.
Desde los dueños del equipo hasta ejecutivos de la gerencia hasta entrenadores del equipo hasta los jugadores en plantilla, los Vikings han reiterado la promesa de recibir de vuelta a Peterson después de su inesperada ausencia del 2014. Los jugadores que hablaron con reporteros este lunes luego de su sesión de pesas y ejercicios, hablaron cuidadosamente de la situación, con algunos defiriendo al gerente general Rick Spielman y al entrenador en jefe Mike Zimmer, pero el mensaje se mantuvo igual con respecto al invierno pasado.
"Me mantengo lejos de hablar de contratos de jugadores y todo, porque eso no eso no es nada que me ocupe", declaró Bridgewater. "Pero como dije, esperamos que esté aquí este año".
Bridgewater fue invitado el mes pasado a la fiesta de cumpleaños N° 30 de Peterson, evento que incluyó al invitado de honor montado en un camello, capturado en fotografías que circularon a través de redes sociales. A Bridgewater, por cierto, no le ofrecieron un pase.
"Pero nos divertimos bastante", declaró.
Los Vikings podrían ocupar a Peterson en el backfield esta temporada para sacarle algo de presión a Bridgewater, quien ahora contará con Mike Wallace para lanzar el ovoide, así como el regreso de los receptores Cordarrelle Patterson, Jarius Wright y Charles Johnson, además de cualquier novato que pudiera llegar vía draft.
Spielman dijo al agente de Peterson, Ben Dogra, el mes pasado que los Vikings no lo cortarán. Zimmer dijo a reporteros poco tiempo después que no existe interés en traspasarlo. Si los Vikings se vieran tentados por una oferta y Peterson fuera negociado este año, sin embargo, eso podría suceder probablemente esta semana, ya sea antes o durante el draft.
El apoyador de los Vikings, Chad Greenway, dijo que él Peterson charlaron recientemente. Han sido compañeros de equipo desde que Peterson fuera seleccionado séptimo global en el draft del 2007.
"Tuvimos una buena conversación. Cuando juegas con un tipo por unos nueve años, tienes una gran relación, y yo la tengo con él", admitió Greenway. "Dijo lo suyo y yo solamente lo escuché. Obviamente, aporta mucho a nuestro equipo y nos gustaría tenerlo de vuelta esta temporada baja y comenzar a trabajar con él".
Mientras tanto, la vida sigue.
Para Wallace, quien se mostró complacido por la bienvenida que recibió de sus nuevos compañeros de equipo, hay un libro de jugadas y una terminología nueva por aprender.
"No conozco a nadie acá. Tengo mucho por estudiar", declaró el receptor abierto.
Greenway intenta preparar su cuerpo para lo que sería su campaña N° 10, y posiblemente final, en la NFL, luego de aceptar una reducción de sueldo para volver.
Bridgewater, tan optimista como siempre, anticipó viajar para presenciar el Kentucky Derby este fin de semana en el estado donde se convirtió en un estelar colegial. Disfrutó un partido de hockey el domingo, cuando el Minnesota Wild derrotó a los St. Louis Blues para avanzar a la segunda ronda de los playoffs por la Stanley Cup. Son recompensas ocasionales durante una temporada baja de entrenamiento arduo apuntando hacia una mejoría de segundo año.
"Me siento más grande y más fuerte", apuntó el pasador. "Esperemos que también se note".