OWING MILLS -- El gerente general de los Baltimore Ravens, Ozzie Newsome, ha construido dos equipos campeones del Super Bowl. Fue el arquitecto de una de las defensivas más dominantes en la historia de la NFL. Reclutó a un tackle ofensivo de Salón de la Fama en Jonathan Ogden con su primera selección del draft y debe tener dos selecciones más dirigiéndose a Canton con Ray Lewis y Ed Reed.
Esta temporada baja, Newsome sin duda mejorará su reputación si puede arreglar una de las peores ofensivas en la historia del equipo. Tiene el dinero para hacerlo. Los Ravens cuentan con 28 millones de dólares en espacio bajo el tope salarial, la sexta mayor cantidad de la NFL. Pero, ¿podrá encontrar a los jugadores adecuados para ponerlos alrededor del mariscal de campo Joe Flacco?
Aquellos que siguen el lema de temporada baja de los Ravens, 'En Ozzie confiamos', creen que puede armar el reparto adecuado. Otros pueden tener sus dudas, con base en su historia. La única mancha en el historial impecable de Newsome ha sido su incapacidad para armar una ofensiva de alto octanaje, fuera de los cuatro partidos en la carrera al Super Bowl del 2012.
Los Ravens acumulan 16 temporadas consecutivas sin una ofensiva del top-10, empatando con la quinta racha más larga en la historia de la NFL. La última ofensiva de Baltimore en alcanzar esa marca fue la del equipo de 1997, que tenía a Vinny Testaverde como mariscal de campo y Bam Morris como corredor.
La temporada pasada, la defensiva de los Ravens era de calibre de playoffs, y su ofensiva fue una que correspondía a un equipo en el último lugar. Cuando miramos las estadísticas de la ofensiva --posición N° 29 en yardas totales y N° 25 en puntos anotados-- es difícil creer que los Ravens terminaron con marca 8-8. La única manera para que se conviertan en un contendiente de playoffs de nuevo es mejorando una ofensiva que no pudo anotar más de 20 puntos en 11 partidos la temporada pasada.
"[El entrenador en jefe John Harbaugh] y yo hemos tenido varias conversaciones de lo que pensamos que tenemos que hacer para mejorar nuestra ofensiva, una ofensiva que no sólo pueda responder en momentos cruciales como hicimos en la recta final de la carrera al Super Bowl del 2012, sino que pueda jugar un partido de 60 minutos", expresó Newsome al final de la campaña. "Él y yo estamos en la misma página".
Los Ravens ya han dado pasos hacia ese objetivo, contratando a Gary Kubiak como coordinador ofensivo y fichando al ala cerrada Dennis Pitta con un contrato por cinco años. Pero su trabajo está lejos de terminar.
Cada movimiento que haga Newsome esta temporada baja debe realizarlo con la intención de ayudar a Flacco, quien los Ravens saben que puede ser un mariscal de campo de campeonato con los jugadores adecuados a su alrededor. Lo vieron hace 14 meses.
Su prioridad en la agencia libre tiene que ser mejorar su línea ofensiva. Su primera selección en el draft tiene que ser un receptor abierto, un ala cerrada o un tackle ofensivo.
La estrategia de Newsome en la agencia libre siempre ha sido la paciencia. El jugador adecuado, el precio correcto. No hacer ruido al principio. Encontrar los acuerdos cuando el mercado se estabiliza.
Hay una sensación de que los Ravens pueden mostrar mayor urgencia este año. Newsome dijo al final de la temporada que los Ravens estarían "activos" en la agencia libre y el mes pasado indicó que el equipo "usará todas las vías" para mejorar. Si los Ravens quieren tener una ofensiva agresiva, quizás es momento de ser más agresivos para adquirir jugadores.
Newsome no ha ocultado el hecho de que quiere mayor tamaño en el interior de la línea ofensiva y sumar un receptor confiable que pueda convertir terceros intentos así como correr después de atrapar el balón.
El mejor centro agente libre, Alex Mack, podría estar fuera de la lista de deseos de los Ravens luego de que los Cleveland Browns lo designaron esta semana como jugador en transición. Las otras opciones están más bajo el radar, prospectos como Brian De La Puente (New Orleans Saints), Ryan Wendell (New England Patriots) y Joe Hawley (Atlanta Falcons).
Hay más opciones en la posición de receptor abierto en la agencia libre, aunque hay riesgos con cada una de ellas. Eric Decker de los Denver Broncos promedió 86 recepciones en las últimas dos temporadas, pero tenía a Peyton Manning lanzándole pases. Hakeem Nicks de los New York Giants tiene el peso (208 libras) y la juventud (26 años de edad), pero no anotó ningún touchdown la campaña pasada. Julian Edelman de los Patriots atrapó 105 pases en el 2013, pero sus números podrían ser resultado del sistema de los Patriots. Golden Tate de los Seattle Seahawks lideró a la liga en yardas después de la atrapada por recepción (7.75), pero nunca ha tenido más de 64 recepciones en una temporada.
"Creo que hemos identificado al tipo de receptor que queremos", sentenció Newsome. "Y creo que antes de que finalice la temporada del 2014, tendremos a ese jugador en nuestro equipo".
Lo que ha hecho a Newsome uno de los mejores a la hora de tomar decisiones en la NFL es su capacidad para reconocer sus errores y evitar repetirlos. La temporada baja pasada fue una dura lección, en especial en el lado ofensivo del balón.
Los Ravens canjearon al receptor abierto Anquan Boldin por una selección de sexta ronda del draft y no lo reemplazaron ni en la agencia libre ni a través del draft. Recontrataron al tackle ofensivo Bryant McKinnie, con base en cuatro juegos el año anterior. Creían que Gino Gradkowski estaba listo para ser el centro titular, y no tenían un reemplazo probado además de A.Q. Shipley. Mal, mal y mal.
Como resultado, Flacco lanzó 22 intercepciones, la mayor cantidad de su carrera, y el corredor Ray Rice promedió 3.1 yardas por acarreo, la menor cantidad de su carrera. El pésimo año de la ofensiva se extendió a la temporada baja, cuando Rice fue arrestado el mes pasado tras un altercado con su prometida en un casino en Atlantic City, New Jersey.
La próxima semana, Newsome iniciará su plan de reconstrucción sobre la ofensiva de los Ravens. Dentro de un año, todos sabremos si Newsome hizo lo suficiente para mejorarla.