Inglaterra llegará al debut en la Copa del Mundo, el 9 de septiembre frente a Los Pumas en Marsella, con varios dolores de cabeza entre jugadores que fueron sancionados y otros que se lesionaron.
Una de las bajas que tendrá Steve Borthwick para el arranque del Mundial es nada menos que la de su apertura y capitán, Owen Farrell, quien fue suspendido por cuatro fechas por el tackle peligroso a Taine Basham, en el triunfo 19-17 del 12 de agosto ante Gales.
El jugador, inicialmente, había logrado revertir su expulsión al declarar ante el Comité Judicial Independiente y había quedado habilitado para jugar, pero World Rugby apeló la decisión y tras la revisión se fijó su sanción. Cumplió una fecha ante Irlanda y no podrá estar en el amistoso con Fiji ni en los encuentros ante Argentina y Japón en la RWC 2023.
En conferencia de prensa, Borthwick se mostró crítico con el proceso que llevó a la sanción de Farrell y expresó: "Tanto si eres seguidor de Inglaterra como de otro país, todo el mundo podía ver que algo así no debería haber continuado durante ese período de tiempo".
"El primer proceso fue llevado a cabo por uno de los paneles más veteranos y experimentados que se ocupan de estos asuntos y han llegado a una decisión meditada. Luego llega otro grupo y dice algo distinto. Todo el proceso es bastante desconcertante", agregó.
Sin embargo, el entrenador ya se enfoca en lo que viene: "Ha sido frustrante y no hay duda de que ha supuesto una distracción, pero también diré que tenemos que centrarnos en seguir adelante. Eso es lo que estamos haciendo ahora".
Además de Farrell, Inglaterra perderá a Billy Vunipola y otros dos nombres importantes por lesión, Anthony Watson y Jack van Poortvliet, quienes fueron descartados para toda la competencia.