En 2003, Inglaterra se consagró campeón del mundo por primera vez y rompió con el dominio del hemisferio sur, quien desde 1987 se había quedado con todos los trofeos. Hasta ese momento, Nueva Zelanda y Sudáfrica en una ocasión, y Australia en dos, habían levantado el trofeo Webb Ellis. Viví la final y el partido por el tercer puesto, en Star+.
El sueño europeo de romper esa hegemonía no volvió a repetirse. Así, desde 2007 en adelante, Nueva Zelanda y Sudáfrica se han adueñado de la Copa del Mundo y son los máximos ganadores con tres títulos cada uno.
Los Springboks han levantado la copa en 2007 y 2019, y el sábado buscarán retener el trofeo que obtuvieron en Japón, cuando vencieron en la final por 32-12 a Inglaterra en Yokohama. Un dato que vale la pena remarcar, es que Sudáfrica estuvo excluido de las RWC de 1987 y 1991 por el sistema de apartheid que regía en su país. Es decir, de los ocho Mundiales que participó, sólo dos veces no alcanzó las semifinales: en 2003 cayó 29-9 ante los All Blacks, y en 2011, fue derrota 11-9 ante los Wallabies, ambos en cuartos de final.
Por su parte, los All Blacks llegan sedientos de revancha. Luego del bicampeonato en 2011 y 2015, sucedieron los retiros de Dan Carter y Richie McCaw, y con ellos el fin de una era. Si bien los hombres de negro siempre tienen variantes y nuevas figuras, el equipo no logró superar la semifinal en Japón (derrota 19-7 ante la Inglaterra de Eddie Jones).
En Francia 2023, llegaron con un proceso fuertemente criticado en su país. Ian Foster cosechó varios récords negativos: encadenó tres derrotas en fila, perdió ante Irlanda y Francia en noviembre del año pasado, sufrió su peor derrota histórica (35-7 ante Sudáfrica) en su último duelo de preparación para la Copa del Mundo, y perdió por primera vez como local, y segunda en su historia, ante Los Pumas.
Además, los All Blacks cayeron en su debut de la RWC ante Les Bleus, pero luego se recuperaron ante Uruguay y golearon a Namibia e Italia en zona de grupos. En cuartos de final tuvieron su mejor producción con una defensa sobresaliente ante el número uno del mundo, Irlanda. Le ganaron 28-24, y en semifinales no dejaron dudas ante el seleccionado argentino: 44-6 para encarar el duelo por el título.
El próximo sábado, Nueva Zelanda y Sudáfrica no sólo definirán quién levantará nuevamente la copa, sino que además, el que gane se convertirá en soledad en el seleccionado con mayor cantidad de trofeos.