Michael Cheika, entrenador de Los Pumas, brindó una entrevista exclusiva con Scrum. Luego del cuarto puesto en la Copa del Mundo, el australiano realizó un balance de su gestión al mando del seleccionado argentino y explicó el panorama de cara a su continuidad en el conjunto albiceleste. Reviví el programa en Star+.
Respecto al balance hecho con el Staff sobre el desempeño del equipo, puso en el panorama próximas reuniones a desarrollarse tanto con entrenadores como con la UAR. “Me voy a juntar individualmente con los entrenadores, con la UAR también, viendo dónde se puede mejorar para el próximo Mundial en cuatro años, para estar delante de Los Pumas y sobre todo, presentar junto a los entrenadores desde el plan inicial que hacemos, dónde llegamos a los objetivos y dónde no y por qué. En eso es donde aprendemos más para estar mejor a la próxima versión”, mencionó.
Además, fue muy elocuente al describir cómo vivió algunas situaciones particulares, como la visita al interior de la Argentina o entonar la canción patria albiceleste. “Fue excelente. Nunca pensé en cantar el himno de otro país, pero me significó mucho la conexión que tuve, me sentí muy bienvenido, como una familia. Cuando estábamos en San Juan, viene mi familia de Francia y tenía el cumple de mis gemelos, y yo sin decir nada, los jugadores trajeron comida y torta para festejárselos. Ustedes en Argentina, tienen que estar orgullosos de cómo el rugby está representado”.
Por otra parte, compartió que “el rugby es un deporte colectivo, todo lo hacemos juntos. Esta función colectiva necesita el trabajo de todos. No tuvimos mucha preparación desde el Rugby Championship hasta el Mundial, fueron unas seis semanas. Muchos jugadores no estuvieron con España. Jugar siete partidos consecutivos no es fácil poder ganarlos, pero es un equipo que no tiene este hábito de jugar muchos partidos seguidos".
Y respecto al juego agregó: "Siempre podemos jugar mejor. Con Inglaterra “no nos bajamos del bus” (en el primer partido) y es responsabilidad mía, pero no es el fin del mundo y era importante ver cómo reaccionábamos ante esa situación. Todos aprendieron una lección después del primer partido con Inglaterra, tampoco tienen que escuchar lo de afuera, porque no es malo ni bueno. Si ganamos no somos los mejores, pero si perdemos tampoco somos los peores. Mentalmente necesitamos estar conscientes, muchos jugadores aprendieron mucho de esto. Con Samoa, no ganamos por mucho, pero dominamos el partido. Con Chile, se pudo jugar más tranquilo. Con Japón jugamos bien al igual que con Gales. Yo también sentí que el partido contra Japón fueron unos cuartos de final y supimos manejar muy bien la presión durante ese partido”.