Con su triunfo por 29-11 ante Italia, los All Blacks cerraron su 2024 con un saldo positivo. En lo que fue el primer año al mando de Scott Robertson, quien asumió la posición de head coach tras el Mundial 2023, el seleccionado neozelandés acumuló 10 triunfos y cuatro derrotas. Mirá todo el rugby en Disney+.
Tras la salida de Ian Foster, que se fue entre murmullos a pesar de haber sido subcampeón del mundo, Robertson tomó las riendas del equipo tratando de traer nuevamente la indiscutible superioridad que los All Blacks tienen en el rugby internacional. La primera seguidilla vino con tres triunfos en casa.
El primer encuentro se dio ante Fiji, que alterno buenas y malas actuaciones durante el año. Esa vuelta fue muy positiva y trajo una goleada por 47-5 a favor de los hombres de negro. Lo que siguió fue una serie dura ante Inglaterra. En el primer cruce, en Auckland, los locales se impusieron 24-17 y luego viajaron a Dunedin para quedarse con un ajustado triunfo por 16-15 ante La Rosa.
Después de esa más que positiva primera serie, los All Blacks volvieron a decir presente en el Rugby Championship. Los primeros dos partidos los jugaron ante Los Pumas en Nueva Ζelanda. Fueron los argentinos los que dieron el primer golpe en la mesa y vencieron 38-30 a los locales en la primera fecha. Los dirigidos por Robertson lograron dar vuelta la página y, en la segunda jornada, vencieron 42-10 al equipo albiceleste.
Pasada la visita de Los Pumas, los All Blacks viajaron a Sudáfrica para jugar la doble fecha con los Springboks, una gran oportunidad para tomarse revancha de la reciente final. Sin embargo, los campeones del mundo parecen seguir teniendo la fórmula para hacerle frente a los hombres de negro: se impusieron 31-27 en Johannesburg y 18-12 en Ciudad del Cabo.
El seleccionado neozelandés luego viajó a Sidney para jugar contra los Wallabies, que venían de sufrir la goleada por 67-27. En la capital australiana, los All Blacks vencieron por 31-28. Para cerrar el torneo, y en su vuelta a Wellington, los hombres de negro se impusieron 33-13 y se quedaron nuevamente con la Bledisloe Cup.
Para cerrar la temporada, emprendieron su gira por el hemisferio sur. La primera parada fue Japón, hogar de muchos de sus exjugadores. En Yokohama, el equipo de Scott Robertson goleó 64-19. Tras ese primer triunfo, los subcampeones del mundo partieron para Europa, dónde enfrentaría a cuatro naciones del continente.
Inglaterra fue nuevamente víctima del equipo de Scott Robertson, que esta vez se quedó con el triunfo por 24-22 en Twichenham. El siguiente desafío fue Irlanda, equipo de muy buen presente. En Dublin, los hombres de negro supieron imponerse 23-13 ante el Trébol.
A pesar de las victorias, los All Blacks mostraron algunas falencias que fueron aprovechadas por Francia que, tras un encuentro reñido, se quedaron con el triunfo por 30-29 en París. Afortunadamente para Scott Robertson, el año cerró con los neozelandeses venciendo por 29-11 a Italia.