Agustín Creevy, histórico hooker de Los Pumas y referente del rugby argentino, vivirá este sábado una jornada especial ya que disputará su último partido con la camiseta de San Luis, ante Belgrano, por la fecha 16 del URBA Top 12. Todo el rugby por Disney+!
En diálogo con Scrum, el forward contó cómo vivió la que probablemente fue la semana más linda de los últimos años. "Una semana muy linda, distinta. Todavía no caigo que va a ser el último partido", comenzó.
"Un poco el duelo ya lo había hecho durante estos años que fueron pasando. Lo bueno que jugué hasta tan grande que, más o menos, lo iba haciendo año a año. Porque cada año que pasaba los últimos años fueron de yapa. Lo iba procesando, trabajando un poco solo, en familia. Pero esta semana es especial porque me despido de mi club, donde arrancó todo".
Además, hizo un balance de lo bueno y lo malo que le dejó el rugby: "Un poco de todo. En el balance está palo y palo, pero es parte. Gracias a Dios me han pasado cosas malas para después las buenas disfrutarlas el doble y poder vivir esas buenas y disfrutarlas más. El rugby te da y te quita todo el tiempo, hay que aprender a convivir con eso, cuando estás lesionado, cuando estás arriba de todo... Lo bueno es aprovechar y entender el por qué de las cosas malas y cuando te tocan las buenas disfrutarlas".
Sobre la decisión de jugar sólo un partido con San Luis, Creevy explicó que "fue para devolverle al club". Y profundizó: "Yo estoy muy cansado. No del cuerpo, del cuerpo estoy bien. Pero mentalmente me cansa. Estoy cansado de entrenar, de las obligaciones, de tener que cumplir horarios. En ese sentido". "Hablé con mis amigos, con el club, todos me decían de jugar más, pero internamente mi cuerpo y mi cabeza me decían 'estás para uno y ya está'. Estoy con otros proyectos también. Vine tres semanas antes a dar una mano, entrenar con ellos y es como anecdótico la parte de entrar a la cancha. Cuando estuve estas tres semanas comía con ellos, me faltaba dormir nomás, pero les pude aportar todo lo que podía en ese momento y ahora entrar a la cancha es más simbólico que otra cosa", agregó.
Por último, el forward marcó qué significa el club marista para él: "San Luis es mi segunda casa, sin dudas. Cada vez que necesitaba un apoyo estaba acá. Cada alegría la viví acá. Gracias a ellos soy lo que soy hoy. Es mi todo. Pude desarrollarme y llegar dónde llegué gracias a lo que me dio mi club. Fue un sostén muy grande en toda mi carrera".
Y, claro, dedicó unas palabras también para Los Pumas: "Fue el regalo que me dio mi club por haber hecho las cosas bien acá. El rugby me regaló ser parte de Los Pumas. Fue la bandera que seguí siempre para todo. Yo jugué por jugar en Los Pumas. Por eso me fui a jugar afuera, por eso volví y cuando me volví a ir fue por Los Pumas. Donde yo veía que una decisión iba a pasar porque no iba a poder jugar más en Los Pumas, no la tomaba. Yo tomaba siempre el camino por jugar en Los Pumas y siempre fue así".
