Novak Djokovic pasó uno de sus peores tragos en Wimbledon en cinco años pero pasó la prueba. Esta vez, tuvo que remontar, por séptima vez en su carrera, dos sets adversos, ahora ante Jannik Sinner , por 5-7, 2-6, 6-3, 6-2 y 6-2, para meterse en semifinales de Wimbledon por undécima vez.
El serbio levantó dos sets en contra en la Catedral por tercera vez en su vida y por primera vez en los últimos siete años. Sin perder desde el 12 de julio de 2017 en estas canchas, Djokovic puso en juego un récord de 25-0 desde que cayera con Tomas Berdych hace cinco años.
1819 días sin conocer la derrota en el All England Club y en su poder la tercera mejor racha en hierba de la historia, por detrás del 41-0 de Bjorn Borg entre 1976 y 1981 y el 65-0 de Roger Federer entre 2003 y 2008.
Wimbledon le ha visto levantar dos sets adversos en dos ocasiones, en los octavos de final de 2015 contra Kevin Anderson (ganó el torneo) y en 2005 contra Guillermo García López (perdió en tercera ronda).
Más allá de una caída del italiano que derivó en problemas en uno de sus tobillos, la remontada, sellada en tres horas y 35 minutos, empezó a construirse desde que concretó el quiebre en el tercer parcial. Ahora, Djokovic vivirá este jueves sus undécimas semifinales en Wimbledon, con la opción de disputar su octava final.
El presente del italiano era maravilloso. Consiguiendo hasta ahora su mejor resultado en el Grand Slam londinense, en las rondas anteriores viene de dejar afuera a un recién recuperado Stan Wawrinka (267º), Mikael Ymer (88º), John Isner (24º) y en un sensacional duelo, a Carlos Alcaraz (7º) en cuatro sets.
El serbio ya había hilvanados victorias ante Soonwoo Know (81º), Thanasi Kokkinakis (79º), Miomir Kecmanovic (30º) y Tim Van Rijthoven (104º), perdiendo apenas dos sets. Ahora dejó dos más, pero va por todo.