Lo hizo una vez más. El serbio Novak Djokovic (Nº5 del mundo) superó en la final del Abierto de Australia al griego Stefanos Tsitsipas (4º) en tres parciales para volver a tocar el cielo con las manos y conquistar su Grand Slam Nº22, cifra que lo ubica como el máximo ganador de torneos grandes junto al español Rafael Nadal. Repasamos, uno por uno, los majors del serbio.
Para encontrar su primer éxito hay que retroceder 15 años. Justamente en el suelo del Australian Open 2008, con 20 años, el balcánico se convirtió en gigante tras derrotar al francés Jo Wilfried-Tsonga por 4-6, 6-4, 6-3, 7–6 (2). Su nombre se instaló en la primera plana del tenis y rompió con la hegemonía de Roger Federer y Rafael Nadal, quienes en ese entonces se repartían cada uno de estos tipos de eventos. Tras esta consagración, tres años pasaron sin gloria para Nole, pero la historia ya estaba escrita.
El 2011 recibió con los brazos abiertos al genio de Belgrado. A comienzo de año, superó en la definición de Melbourne Park a Andy Murray por 6-4, 6-2 y 6-3 para adueñarse del segundo Grand Slam de su carrera. En esa misma temporada, Djokovic conquistó por primera vez Wimbledon en el All England Club (derrotó a Rafael Nadal) e hizo lo propio en el Abierto de los Estados Unidos, también ante el español.
Así, ya con cuatro títulos "Grandes", Djokovic volvió a ser campeón en Australia en 2012 y 2013 para plasmar su dominio absoluto en la Rod Laver Arena, su estadio favorito. El sagrado césped de Wimbledon 2014, en una apasionante final ante Roger Federer de cinco sets, lo vio ejercer su poderío y campeonar por segunda vez en su carrera.
Luego de Roland Garros y el US Open, que pasaron sin éxito para Nole, comenzó un nuevo año. Y como de costumbre, también en 2015, Djokovic celebró a lo grande en las instalaciones del Australian Open: esta vez su rival fue Andy Murray, quien le arrebató un parcial pero no le alcanzó. Por segunda vez en su carrera, consiguió quedarse con tres de los cuatro Grand Slam del año (ganó Wimbledon y el Abierto de los Estados Unidos).
De esta forma llegó la temporada 2016, una de las más importantes de su carrera, en la que logró "destrabar" el único Major que resistía a su palmarés: Roland Garros. Pero claro, este título (derrotó a Andy Murray en cuatro mangas), llegó con otro campeonato de Australia previo, su casa.
El trofeo en París significó un gran desahogo para Nole pero también un descanso en las definiciones de Grand Slam. Una lesión en el codo lo alejó del circuito durante más de cinco meses y lo obligó a interrumpir su temporada 2017 tras retirarse en el partido de cuartos de final de Wimbledon ante Tomas Berdych.
La gloria no tardaría en regresar. En junio del 2018, tras eliminar en semifinales de Wimbledon a Rafael Nadal en un desenlace sensacional (10-8 en el quinto parcial), conquistó el torneo una vez más tras batir sin inconvenientes al sudafricano Kevin Anderson. Meses después llegó el US Open y el Arthur Ashe fue testigo de una nueva celebración. En esa ocasión, el argentino Juan Martín del Potro (campeón en 2009) fue la víctima.
Djokovic, dueño de una mente superior y una destreza física sinigual, volvió a reinar en el Abierto de Australia 2019 (derrotó a Nadal) para levantar la copa aussie por séptima vez y dejar atrás la cifra de seis títulos de Federer. Un hito inédito. Eso no fue todo: llegó la cita de Wimbledon y aquí el serbio se adueñó de quizás el mejor Grand Slam de su vida. Remontó dos puntos de partido al resto ante el suizo y gritó campeón en el match tiebreak.
La historia se repitió en Melbourne en 2020 y 2021 (tercer título en fila) y logró en Roland Garros su segundo festejo, transformándose en el único tenista en ganar todos los majors en dos oportunidades (luego lo lograría Nadal). Así con dos títulos más en Wimbledon (2021 y 2022, ante Berrettini y Kyrgios respectivamente), comenzó el presente año con un solo objetivo: alcanzar la cifra de 22º Grand Slam del español.
Y lo consiguió. En la primera cita grande, eliminó categóricamente a todos sus rivales y se convirtió en el campeón por décima vez, siendo, además, su cuarto torneo consecutivo (no jugó en 2022). Los libros del tenis le corresponden a Djokovic que seguirá escribiendo historia.