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Djokovic y una emotiva conferencia de prensa recordando su infancia

Novak Djokovic se transformó en el máximo ganador de títulos de Grand Slam con 23 conquistas. De esta forma, dejó un escalón más abajo a Rafael Nadal, su inmediato perseguidor, con 22.

Sin embargo, detrás de la leyenda, se esconde la persona. El oriundo de Belgrado tuvo una infancia difícil. Las guerras yugoslavas fueron una serie de conflictos bélicos entre 1991 y 2001 que afectaron a las naciones que pertenecían en aquel entonces a Yugoslavia y una de ellas era Serbia.

"Mi educación probablemente fue diferente a la de la mayoría de los jugadores de mi generación. En los 90', cuando tenía cuatro o cinco años, tuvimos un par de guerras. Para muchos torneos juveniles no pude viajar. Eran tiempos de mucha adversidad y muy desafiantes para muchas de las personas de mi país", comenzó relatando Nole.

Sin embargo, más allá de los conflictos bélicos que azotaron la región, también estaba el inconveniente económico que implicaba intentar dedicarse al tenis: "Mí familia no tenía un buen pasar económico, pero, aún así, mis padres decidieron apoyarme en mi sueño de convertirme en un tenista profesional y, si tenía suerte, ganar Wimbledon y ser el número 1 del mundo".

Como si la historia hubiese estado escrita de antemano, el serbio no solo cumplió sus sueños sino que, incluso, superó sus propias expectativas ya que terminó convirtiéndose en un tenista profesional, pero, además, logró ser número 1 en reiteradas ocasiones y se transformó en el máximo ganador de torneos de Grand Slam.

"El 95% de las personas se reían de ellos (sus padres) y los desanimaban para que no gasten lo poco que tenían en un deporte tan caro, sobre todo viniendo de un país sin tradición tenística, Era algo extremadamente desafiante y las posibilidades de tener éxito eran muy pequeñas", detalló tras la victoria ante Casper Ruud.

En este punto, destacó a algunas personas que la ayudaron en su camino a transformarse en un tenista profesional; una de ellas fue Jelena Gencic, su descubridora y formadora. "Me gusta llamarla mi madre tenista. Falleció hace diez años, pero fue una influencia extremadamente importante para mí dentro y fuera de la cancha. Fue una verdadera mentora. Le fue dando forma a mi mente como ser humano, pero también como profesional, como un jugador joven que sueña con convertirse en profesional", narró Djokovic.

Nole también enfatizó en la importancia de sus padres: “Mi madre es una roca, una mujer increíble que mantuvo unida a la familia en los momentos más difíciles. Mi padre es la fuerza impulsora de la familia, alguien que me ha inculcado tal poder de fe y pensamiento positivo para lograr objetivos que están más allá de lo que nadie haya conocido. Él creía mucho en mí. Nadie en mi familia jugaba al tenis, así que tuvo que preguntarle a personas que eran expertas, que tenían conocimiento para saber si tenía potencial, talento y si debían invertir dinero o no”.

Dentro del tenis, una de las grandes discusiones de la actualidad es quién es el tenista más grande de todos los tiempos. Sin embargo, Djokovic, no quiso entrar en ese tema y subrayó que él pretende escribir su "propia historia".

Por último, al igual que ocurrió en el estadio Philippe Chatrier en la entrega de premios, dedicó algunas palabras hacia Casper Ruud. "Es muy humilde y respetuoso, uno de los jugadores más trabajadores del circuito. Se merece todo el éxito que tiene, es uno de los más consistentes. Estoy seguro de que esta no fue su última final. Tiene calidad para ganar un Grand Slam, ya jugó tres finales así que está muy cerca", concluyó.

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