El número dos del mundo, Novak Djokovic, se clasificó a las semifinales del US Open tras vencer al estadounidense Taylor Fritz en sets corridos. Un partido que el serbio dominó por completo pero en el que también atravesó momentos de incertidumbre, tensión y furia, especialmente en el transcurso del tercer parcial.
Consultado en rueda de prensa sobre lo que dejó el partido, el balcánico, que consiguió su triunfo 250 ante tenistas del Top 10 y logró el récord de semifinales alcanzadas en torneos de Grand Slam (47), expresó felicidad por haber logrado un nueva victoria, y habló largo y tendido sobre la importancia de la salud mental en el tenis y de sus habituales gritos hacia su equipo de trabajo.
"Me preocupo por esta profesión y me la tomo muy en serio, como tantos otros jugadores lo hacen. Nosotros, los jugadores, esperamos la mayor dedicación y participación de los miembros de nuestro equipo, como también ellos esperan lo mejor de nosotros. La intensidad está ahí. En el fragor del partido, obviamente se puede hacer cosas diferentes en la cancha. Pero en general somos un equipo unido en los buenos y malos momentos, y estoy agradecido de tener el equipo que tengo. Hemos tenido un éxito tremendo en los últimos años", comenzó diciendo Novak, que recuperará el trono de la ATP desde el próximo lunes, desplazando a Carlos Alcaraz al segundo puesto.
Reconoció que no es un tenista dócil pero enfatizó que su manera de ser y competir lo ayuda a exigirse siempre al máximo. "Puedo ser un jugador difícil, pero ¿quién no lo es? No conozco un jugador del más alto nivel que sea tranquilo y que todo sea flores y música", dijo sonriente. Y siguió:" Tiene que ser un reto para todos, para el jugador y para el cuerpo técnico, sino no hay crecimiento. Creo que esa es la manera de llevarnos unos a otros al límite y entender realmente cómo se puede desarrollar el juego, cómo se puede mejorar dentro y fuera de la cancha".
Djokovic es, probablemente, el tenista con mejor cabeza en el circuito. Con 36 años y toda una carrera repleta de gloria, dijo que en la actualidad su vida es muy distinta a 10 años atrás y que "mentalmente tengo más cosas con las que lidiar en mi vida privada". En esa línea, explicó: "Soy padre de dos hijos, están pasando muchas cosas fuera de la cancha que obviamente son parte de mi vida y que afectan de una forma u otra mi estado mental y emocional. Necesito saber cómo manejar todas estas cosas y crear una fórmula que funcione. Por ahora, todo viene bien".
El serbio, que jugará su 13º semifinal en el Abierto de los Estados Unidos, donde fue campeón en tres oportunidades (2011, 205 y 2018), recalcó la importancia de la salud mental en el deporte blanco y sostuvo que "estoy tratando de disfrutar los momentos en la cancha, pero hay tanto estrés y presión que es difícil divertirme, por así decirlo, en la cancha".
"La salud mental es un tema del que se ha hablado mucho en los últimos tres o cuatro años, lo cual me alegra. Tiene que abordarse de manera adecuada para que los jugadores comprendan correctamente por lo que están pasando y luego tengan la ayuda y la orientación necesaria para superar ciertos obstáculos. Porque los tenistas, al final del día, somos personas", reflexionó el 23 veces campeón de Grand Slam.
Su próximo desafío será el estadounidense Ben Shelton (47º). Toda la actividad del US Open, podrá seguirse en exclusiva por ESPN y STAR+.