Andrés Molteni rendía en torneos Futures y llegó a estar Top 200 hace más de una década, con triunfos, por citar un ejemplo, ante el mismísimo Diego Schwartzman.
Tiempo más tarde, ya con 28 años, el crecido deportivamente en el Buenos Aires Lawn Tennis Club empezó a incursionar en dobles para pasar a estar al borde de ingresar a los cuadros de los Grand Slam. Incluso es recordada la anécdota en plena pandemia en busca de un compañero para ingresar al US Open…
Hasta que los torneos grandes empezaron a ser costumbre. Primero de forma estable con el mexicano Santiago González y, ya en esta temporada, a los 35 años, con Máximo González (que cumplió 40 en mayo).
El tandilense, mientras tanto, cambió rotundamente su carrera en 2009, a partir de una desafortunada lesión (rotura de ligamentos) cuando llegó a ser Top 60 en singles. Con buenos resultados con varias recetas, Machi llegó a tener 12 parejas en 2022 hasta afianzar esta exitosa fórmula que se vuelve a trasladar a la Copa Davis, donde Argentina enfrentará a Lituania, justamente en la arcilla del BALTC, este fin de semana.
“Nos entrenamos mucho desde chico con Andrés. Si bien no jugábamos juntos sí entrenábamos acá en casa. Ese laburo fue dando resultados. Con la experiencia que uno tiene toma valor este buen momento”, le confiesa González a ESPNTenis.com.
Este momento encuentra a la dupla invicta en finales del circuito (con seis títulos, cinco este año, incluyendo el Masters 1000 de Cincinnati, el primero de este nivel para una pareja 100% albiceleste) lo que los hizo llegar, por un lado, al Top 10 en el ranking de dobles individual y, juntos, la cuarta pareja en la Carrera que clasifica a ocho a las Finales ATP de Turín, Italia, luego de arribar a cuartos de final en el US Open (igualando la actuación de Roland Garros).
“Tengo 40 años, y toda mi vida soñé jugar el Masters. Hace dos años fui como alternate y me gustó mucho aun sin poder jugar”, cuenta el bonaerense que ganó 17 títulos ATP (el primero en 2008 y 16 desde 2015). “Es el torneo que me falta jugar, estuve en Copa Davis y hasta en Juegos Olímpicos. Sería un lindo premio para mi carrera, después de tantos años de trabajo, de resistir cosas malas y perseguir un sueño. Se podía no dar y aun así estar contento con mi carrera pero es un premio”.
Molteni, ganador de 16 títulos ATP desde 2016, certifica: “Siempre soñamos estar bien de ranking. Estamos contentos y con ganas de terminar bien arriba para clasificar al Masters. Estoy contento con este proceso. El ranking además es importante para ser preclasificado y evitar a los más duros en los primeros partidos. Se allana un poco el camino sumando ritmo”.
¿Soñabas todo esto? “Nunca voy pensando tan lejos. Pienso en el corto plazo. Me empezó a ir bien en dobles y se empezó a ver la chance. Los objetivos cercanos te ayudan a seguir entrenando y tener la Copa Davis como meta. Ahora pensamos en la Davis, con ganas de jugar de local. Queremos contar con mucho apoyo el fin de semana que seguramente lo necesitemos. Y queremos poder disfrutar, que para eso jugamos desde chico”, asegura Molteni.
El de domingo ante Lituania por el Grupo Mundial será el tercer partido juntos en Copa Davis, e irán por el primer triunfo. “Siempre jugar con Argentina es muy lindo. Estamos contentos, con muchas ganas. En Finlandia nos fuimos tristes, amargados, pero pasaron muchos meses y acá estamos de vuelta”, coinciden.
Estos días, además, serán los últimos en el país hasta fin de año. Jugarán en Beijing, Shanghai, Tokio, Viena y París. “Quedan 4000 puntos en juego. Intento fijarme lo menos posible en la clasificación. Ya hay bastante presión por uno, como para pensar en los otros. Tenemos que seguir ganando partidos”, piensa Molteni. “Las mejores parejas son todas muy buenas. Son todos especialistas, parejas muy duras, pero también les hemos ganado. El dobles pasa por detalles”.
Entrenados gran parte del año por Martín Rodríguez que llegó a ser Top 15 en dobles (y jugó el Masters justamente), este año, también tuvieron la compañía de Bruno Tiberti y Gastón Briano, amigos que también aportan desde lo humano y lo tenístico. “Enfrentar y vencer a las mejores parejas va dando confianza y por eso hoy estamos entre las mejores parejas del mundo”.