Grigor Dimitrov (17° del mundo) parece estar viviendo una especie de segunda juventud. A sus 32 años, el búlgaro está mostrado un nivel excepcional, que lo tiene entre los cuatro mejores del Masters 1000 de París, donde chocará con Stefanos Tsitsipas (6°).
En su última presentación, Dimitrov acabó con el sueño de Hubert Hurkacz (11°), tras haberlo derrotado por 6-1, 4-6 y 6-4. Y justamente luego de ese partido, tomó la palabra y dejó una interesante reflexión en conferencia de prensa.
"Cada jugador experimenta años dorados, no solo en relación a sus resultados, sino también a cómo se siente en el circuito. El gran final de mi carrera pueden ser mis años dorados. A lo largo de mi trayectoria siempre ha habido muchos altibajos, años buenos y años malos", comenzó relatando el talentoso búlgaro.
"A día de hoy siento que todavía puedo mejorar y progresar. Es algo que me emociona muchísimo, que me hace feliz, y es por eso por lo que puedo afirmar que los próximos años pueden ser dorados. El resto es una cuestión de regularidad, de esperar que mi cuerpo pueda soportarlo. Ya no tengo nada que demostrarle a nadie. Estoy en mi propia lucha", prosiguió el ex N°3 del mundo.
"A veces he hecho cosas para demostrar algo, para ganar algo o a alguien en particular. A día de hoy, todo lo que hago es exclusivamente por y para mí", concluyó el ganador del Torneo de Maestros 2017.
Lo cierto es que el próximo compromiso de Dimitrov en la capital francesa será este sábado. En el primer turno del día, tal como se mencionó, se medirá con el griego Tsitsipas, quien eliminó a Karen Khachanov (15°).
Toda la acción de París se puede ver a través de ESPN y STAR+.