Un tropezón no es caída, pero cuando uno no logra levantarse a tiempo, todo puede volverse cuesta arriba, y ese es el presente que está atravesando Carlos Alcaraz (N°2 del ranking ATP) en la recta de la temporada.
En su debut absoluto en las ATP Finals, el español comenzó con el pie izquierdo al caer frente a Alexander Zverev (8º) por 6-7 (3), 6-3 y 6-4 por el primer duelo del Grupo Rojo. Una derrota que significa la tercera de manera consecutiva, algo que no sucedía desde marzo de 2021 en torneos profesionales.
Para aquel entonces, con apenas 17 años, el joven español había sido superado por el argentino Marco Trungelliti en el Challenger de Gran Canaria 2, luego se le sumó el recién mencionado Sascha Zverev en el ATP de Acapulco y por último, el finés Emil Ruusuvuori en el Masters 1000 de Miami.
Si bien a mediados y fines del 2022 cosechó en dos oportunidades otras tres derrotas al hilo, estas fueron en torneos de exhibición en donde no se suele jugar con la misma mentalidad que por lo puntos y el trofeo.
Volviendo al presente y tras la caída en los octavos de final del Masters 1000 de Shanghai ante el búlgaro Grigor Dimitrov (14º), el español no pudo recuperar su mejor nivel. Si bien demostró dotes de calidad y talento como ya tiene acostumbrados a todos, las pequeñas falencias en los detalles hace que los partidos se les vayan de las manos.
Esto también sucedió en la primera ronda del Masters 1000 de París, última cita del calendario regular en un torneo de esta categoría que tenía como gran candidato al joven tenista de 20 años. Para sorpresa de todos, un imprevisto ruso Roman Safiullin (39º), con una temporada regular y sin sobresaltos, se quedó con una de las mejores victorias de su carrera al eliminar a Alcaraz en dos sets.
Para revertir este mal momento, Alcaraz debe hacer borrón y cuenta nueva de cara a los próximos enfrentamientos que tiene ante los rusos Daniil Medvedev (3º) y Andrey Rublev (5º).
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