Cuando las cosas queman, nadie mejor que Alexander Zverev (4º del ranking ATP) para sacar a relucir su mejor tenis en la final de Roland Garros ante Carlos Alcaraz (3º) con un punto que hizo estallar a todo París.
En el inicio del set decisivo, más precisamente en el cuarto game, la Philippe Chatrier fue el escenario de un punto verdaderamente de locos que lo tuvo de todo entre ambos protagonistas.
Un juego que comenzó en el fondo de la cancha para luego llevar las cosas a la red tras de un drop de Alcaraz. Pero lo sorprendente vino en ese preciso instante cuando el ex número uno del mundo quiso sobrepasar al Sascha con no uno, sino cuatro globos que fueron en vano ante los constantes smash del alemán, quien se quedaría con el puntos.
Con aplausos del público y un aliento ensordecedor, Roland Garros se rindió ante los pies de una final que arde al rayo del sol parisino.