Carlos Alcaraz, número 3 de la ATP, se consagró bicampeón en Wimbledon tras superar nuevamente a Novak Djokovic (2°) en la final por 6-2, 6-2 y 7-6 (4). De esta forma, el murciano alzó su cuarto título de Grand Slam.
Ahora bien, ¿cuál fue la clave para explicar el contundente triunfo del español? Si bien en cada partido hay muchas vicisitudes, una de las respuestas al interrogante se puede encontrar en su servicio.
Las estadísticas hablan por sí solas y dan cuenta de que la performance del joven de 21 años fue, sencillamente, espectacular. Con un 84% de puntos ganados con su primer saque (se quedó con 47 de los 56 que disputó) supo imponer condiciones en el Court Central del All England.
Como si eso fuera poco, también tiene muy buenos números con el segundo: con un 51% obtuvo 20 de los 39 jugados. Esto generó que el serbio cuente con muy pocas posibilidades de romper con el servicio del oriundo de El Palmar.
De hecho, Nole solo tuvo tres chances de quiebre, una en el primero y dos en el tercero. De esas, solo pudo aprovechar una en el 4-5 cuando Alcaraz contó varios match points para cerrar el encuentro y no pudo hacerlo.
Más allá de lo que indiquen los datos numéricos, el propio Djokovic destacó el buen partido que tuvo Carlitos con su servicio. "Nunca lo había visto sacar así. Quizá me he perdido algo este torneo, pero nunca lo he visto servir de esa manera, debió de tener un gran día de entrenamiento al saque ayer. En general me ha superado realmente”, sintetizó en la conferencia de prensa.
Otro de los aspectos fundamentales para entender el triunfo del pupilo de Juan Carlos Ferrero estuvo en los tiros ganadores, rubro en el que duplicó a su rival con un total de 42 winners contra 26.
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