Novak Djokovic arribó a París con un objetivo claro: conseguir la medalla dorada en los Juegos Olímpicos. Para Nole, este logro significa llenar el único casillero que adeuda en su vitrina, ya que más allá de los torneos de Grand Slam y las ATP Finals, no tiene victorias en finales de este evento.
El serbio debutará en los Juegos Olímpicos frente al australiano Matthew Ebden. Su rival, curiosamente, es uno de los tres mejores jugadores del mundo pero en la modalidad de dobles. En singles, no posee ranking y no compite desde la qualy de Winston-Salem 2022. A nivel cuadro principal, no lo hace desde 's-Hertogenbosch 2022.
En caso de avanzar a la segunda fase, Djokovic tiene muchísimas chances de competir ante uno de sus grandes archirrivales: Rafael Nadal. El manacorí competirá contra el húngaro Marton Fucsovics, que no gana desde abril en el ATP 250 de Estoril.
El potencial rival que podría tocarle en tercera ronda sería Arthur Fils, quien es el mejor rankeado dentro de esa parte del cuadro. Sin embargo, el francés tendrá que sortear un debut complicado ante el italiano Matteo Arnaldi.
Para los cuartos de final, quien podría chocar ante Djokovic es nada más ni nada menos que Stefanos Tsitsipas. El griego y el serbio, que disputaron dos finales de Grand Slam (Australia 2023 y Roland Garros 2022, con doble victoria para el balcánico) tienen un historial de trece encuentros con tan solo dos partidos ganados para el ateniense, ambos sobre cemento.
En cuanto a las semifinales, el rival que tendría Djokovic sería Alexander Zverev. El alemán, que es el tercer mejor preclasificado, no le gana al ex N°1 del mundo desde las ATP Finals 2021 y fue el verdugo de Novak en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, privándolo de llegar al partido decisivo por el oro.
Por último, la final podría ser la más esperada por todos. En Roland Garros, donde fue campeón hace casi dos meses, Carlos Alcaraz es el que tiene más chances del otro lado del cuadro para protagonizar lo que podría ser uno de los grandes partidos del año.