Carlos Alcaraz le encontró el lado positivo a su temprana eliminación en el US Open. Si bien su derrota fue un golpe inesperado, por él y por todos, el español aprovechó el tiempo libre para disfrutar de la Fórmula 1.
En un calendario tan ajustado como el del ATP Tour, son muy escasas las oportunidades para que los tenistas intercambien roles y pasen a ser los espectadores de un deporte. Y para que un tenista top como Carlitos pierda, tiene que ocurrir algo especial. Esa circunstancia particular se dio en Nueva York, después de una rara actuación de Alcaraz y una brillante de su rival, Botic van de Zandschulp.
El desconcierto del murciano en su conferencia posterior conmovió a todos y motivó el apoyo de su par femenina, Paula Badosa. La derrota se dio luego de un verano europeo que lo vio salir campeón en Wimbledon y Roland Garros, además de ser medallista olímpico. Finalmente, tanto tenis es demasiado, incluso para los mejores.
Con agenda liberada, el actual Nº3 del mundo decidió partir hasta Monza, Italia para apoyar a los corredores españoles. Uno de ellos estuvo cerca de subirse al podio, refiriéndonos a Carlos Sainz que finalizó en cuarto lugar. En cuanto a Fernando Alonso, el veterano piloto de Aston Martin, terminó en la undécima posición (11º). El compañero de Sainz en la escudería Ferrari, Charles Leclerc, se coronó campeón en Monza para la alegría de todos los tifosi.