Los orígenes de Frances Tiafoe (20°) encierran una historia conmovedora. Con un camino repleto de obstáculos y carencias, este cóctel no fue impedimento para que el tenista estadounidense pueda ir superándose constantemente hasta irrumpir en el circuito, sufrir una leve bajón y posicionarse nuevamente entre los mejores del mundo.
Su historia comienza en enero de 1998. Su madre, Alphina Kamara, dio a luz a Frances y a su gemelo, Franklin, en la ciudad de Hyattsville, un suburbio urbano cercano a Washington. Tanto ella como su padre, Constant Tiafoe, se conocieron en Estados Unidos, luego de escapar de Sierra Leona a mediados de los 90 a causa de una guerra civil.
Su relación con el tenis comenzó prácticamente desde el nacimiento. Su progenitor había trabajado como obrero en la construcción del Junior Tennis Champions Center (JTCC) y cuando el complejo fue inaugurado, ofició como conserje del predio. Al estar pasando un mal momento económico tuvo que tomar horas extras nocturnas y, en varias oportunidades, tanto Frances como su hermano pasaban la noche allí, donde convirtieron una oficina en su hogar. “Dormía en mesas plegables en la oficina. Allí fue donde comenzó mi aventura”, recordó Tiafoe en una entrevista con The Guardian en 2019.
En 2006, mientras un infantil Tiafoe se paseaba por los pasillos del JTCC con sus camisetas usadas y raquetas descartadas, fue descubierto por Misha Kouznetsov, un entrenador de juveniles que llegaba desde Pensilvania para encontrar nuevos talentos. A los tres meses de haberlo conocido, Kouznetsov ya había inscripto a Tiafoe en torneos infanto-juveniles.
"Era más grande que la mayoría de los niños de su edad y más atlético. Cuando tenía 10 años, comenzó a jugar con chicos mayores de 12 años, y en ese momento supe que algún día podría llegar a ser un profesional", rememora Kouznetsov acerca de la época en la que entrenó al ex número 10 del mundo.
Rough day at the office yesterday but a great day of training with the world number one Rafael Nadal pic.twitter.com/nlW5Atp7C8
— Frances Tiafoe (@FTiafoe) June 3, 2014
A los 12 años, Tiafoe tomó la decisión de ser tenista profesional y a partir de allí todo iría en alza, porque dos años después ganaría el Campeonato Mundial Sub-14 en Francia y a los 15 se adjudicaría el prestigioso Orange Bowl en Florida, convirtiéndose en el campeón más joven en la historia del certamen.
Su crecimiento fue rápido y vertiginoso, pero siempre a la par de cumplir su sueño de ser un tenista profesional. Ese carácter que lo caracteriza lo fue moldeando luego de una visita que hizo a Sierra Leona, la tierra de sus padres. “La pobreza allí es una locura. Lo ves en la televisión, y luego lo ves de cerca y es como, maldita sea. La gente estaba realmente sufriendo y había muy pocas esperanzas. Eso me hizo entender que, como ciudadano estadounidense, tenía oportunidades y era capaz de hacer lo que quisiera”, le comentó al sitio The Undefeated en junio de 2019.
Con solo 17 años, el oriundo de Maryland debutaría en el cuadro principal de Roland Garros (un año antes había sido invitado a entrenar con Rafa Nadal y había jugado la qualy del US Open) para transformarse en el estadounidense más joven en lograrlo desde Pete Sampras y Michael Chang, en 1989, cayendo en el debut ante el eslovaco Martín Klizan por 6-2, 6-1 y 6-4.
Posteriormente, Tiafoe despegaría, llegaría a posicionarse entre los mejores 30 del mundo y empezaría a sacudir al mundo del tenis con su impactante Abierto de Australia en 2019, cita en que alcanzaría los cuartos de final al ceder versus Nadal, luego de vencer a tres pesos pesados como Kevin Anderson, Andreas Seppi y Grigor Dimitrov.
Para inicios de 2020, todo lo bueno que había realizado el norteamericano parecía esfumarse. Su momento no era el deseado (perdió en primera ronda en los tres primeros torneos que disputó en el año) y bajó hasta el puesto 84° del ranking mundial. Pero allí, aunque suene extraño, apareció la pandemia de Covid-19 para acomodarlo.
"La pandemia fue probablemente lo mejor que me pasó en mi carrera, si vamos a ser francos. Estaba en un lugar oscuro antes de la pandemia. Me miré al espejo y pregunté, '¿Por qué estás aquí? ¿Cuáles son las cosas que necesitas cambiar y cuáles son las cosas en las que necesitas seguir construyendo? ”Me ayudó mucho. Hubo muchas conversaciones profundas", le reveló a la ATP, después de alcanzar la segunda semana en el US Open 2020 y caer a manos del ruso Daniil Medvedev.
Como broche de oro, en 2021 empezó a lograr algo que no había hecho antes: dominar a los Top 10. Entre marzo de 2017 y abril de 2021, su historial frente a los jugadores de este ranking era de tres victorias y 21 derrotas, aunque a partir de junio hasta mediados de 2022 encadenaría una racha de cuatro triunfos y solo una derrota al imponerse contra el griego Stefanos Tsitsipas (por duplicado), el ruso Andrey Rublev y el canadiense Denis Shapovalov.
En 2022 su performance ante los mejores del mundo había virado nuevamente a negativa hasta su choque con el zurdo manacorí, rival al que superaría en cuatro parciales para avanzar a cuartos de final, sorprender a Rublev y estrenarse en el US Open en semifinales de un torneo Grand Slam, cayendo con el incipiente español Carlos Alcaraz, que posteriormente levantaría la corona.
El crecimiento de Tiafoe ha sido de pasos cortos y superándose a él mismo: "Ojalá haya algunos jóvenes que me miren y entiendan que si estás obsesionado con ser genial en lo que haces, puedes escapar de cualquier situación”. Con esta frase al sitio The Undefeated, Tiafoe demuestra que no solo es un ejemplo dentro de la cancha sino también fuera de ella.
Pese a ampliar su palmarés con sus respectivas coronaciones en Houston y Stuttgart, ambas en 2023, 'Big Foe' evidenciaría una leve recaída en el circuito, especialmente a inicios de la actual temporada, que superaría rápidamente en su país adoptivo, donde alcanzaría la definición en Houston y en Cinncinati, y la semifinal en Washington, para llegar renovado al US Open, cita en que intentará convertirse en el primer local en proclamarse desde Andy Roddick en 2003.