Naomi Osaka superó a la italiana Lucia Bronzetti por 6-3 y 6-2, en una hora y 23 minutos, avanzando a la segunda ronda del Abierto de China tras un regreso a la capital china desde su última aparición en 2019, edición de la que se proclamó campeona.
Lo más destacado fue la aparición por primera vez en el box de Patrick Mouratoglou, su nuevo coach.
La japonesa, ganadora de cuatro títulos de Grand Slam (dos Abiertos de Australia y dos US Open), actualmente número 73 del ranking WTA, mostró una clara superioridad con su servicio, consiguiendo 8 aces frente a solo uno de su rival y salvando el 85,7 % de los puntos de quiebre que enfrentó.
En contraste, Bronzetti, número 77 del mundo, no logró mantener el ritmo y solo convirtió un 14,3 % de sus oportunidades de rotura.
En el primer set, Osaka dominó con su primer servicio, ganando la mayoría de los puntos, mientras que en el segundo acto mantuvo la presión para sellar la victoria. Aunque Bronzetti intentó recuperar terreno, sus dificultades en el resto y su bajo porcentaje de puntos ganados al servicio la condenaron.
Osaka se enfrentará en la siguiente ronda a la ucraniana Yulia Putintseva, cabeza de serie número 21 del torneo.
La vigente campeona del torneo y número uno del mundo, la polaca Iga Swiatek, no participa este año.