Imposible de narrar con palabras técnicas por parte de los ocasionales comentaristas. Lo de Novak Djokovic en este Masters 1000 de Shanghai viene siendo superlativo pero... el quinto juego del segundo set fue sencillamente extraordinario.
Desde la devolución de saque que le planteó Taylor Fritz eligió bien y concluyó mejor. Resulta curioso que después de tres chances de quiebre no haya consumado el break pero hizo levantar reiteradas veces de sus sillas a los espectadores locales.
Primero con un passing paralelo que impactó literalmente por debajo de la línea de la cintura y estirado al máximo, y después con dos cruzados a merced de un estadounidense que avanzó sin demasiado convencimiento a la red.
Con la capa de superhéroe o la calidad intacta que le significa ser uno de los mejores de la historia, Djokovic no pasa desapercibido en China. Y el público se lo agradece.
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