Nick Kyrgios tuvo un debut y despedida en el Australian Open tras caer en la primera ronda frente a Jacob Fearnley en sets corridos. El australiano, que volvía a las canchas tras un año y medio de inactividad, no logró encontrar su mejor versión y en la rueda de prensa pospartido habló sobre su futuro.
A lo largo del partido, Kyrgios lidió con molestias físicas, especialmente en el abdomen, lo que lo obligó a solicitar asistencia médica. “Es difícil avanzar cuando compites en los torneos más importantes y luchas, físicamente, aunque sea por ganar un set”, admitió el 'Bad Boy de Canberra' al finalizar el encuentro.
En este sentido, el tenista local expresó su frustración con la situación y dejó en claro que su cuerpo es una gran preocupación. “No me divierto así [...] Tener que pensar en cómo gestionar mi cuerpo, qué puedo y qué no puedo hacer si tengo dolor. Esto no es tenis para mí”, declaró.
A pesar de esto, se mostró optimista al señalar que tiene todo un año por delante para recuperar su nivel y aspirar a nuevos logros. Y si bien cayó derrotado en tres parciales, Kyrgios mantuvo su particular estilo en momentos del partido, como un saque de abajo en un punto crítico del tercer set, que generó tanto sorpresa como aplausos en el estadio.
Aunque su participación en singles terminó prematuramente, Kyrgios no se despide del torneo por completo. Jugará en dobles junto a su compatriota Thanasi Kokkinakis, con quien intentará dar mejores resultados y seguir ganándose al público que siempre espera algo especial de él.
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