Una nueva estrella nace en el mundo del tenis femenino. Luego de su consagración al hilo en los WTA 1000 de Dubai e Indian Wells, Mirra Andreeva (6ª del ranking WTA) se afirma como una de las figuras emergentes más relevantes del momento. Un suceso que ella misma acompaña con una "peligrosa" advertencia para sus rivales.
A sus 17 años, Mirra Andreeva cuenta con un importante palmarés: WTA 250 de Iasi 2024 y WTA 1000 de Dubai e Indian Wells. Además de las semifinales en Roland Garros 2024 y octavos de final en Wimbledon 2023 y Australian Open 2024-25. Una serie de resultados que la posicionan como una firme competidora en todas las superficies.
"Me gusta jugar en polvo de ladrillo, cemento y césped. Así que podría decirse que las 3 son mis superficies favoritas. Me gustan todas", expresó con seguridad lanzando una advertencia a sus futuras rivales y borrando el rótulo de "especialista" en canchas duras que estos dos últimos títulos podían atribuirle.
De cara a las próximas grandes paradas del calendario, especialmente a los Grand Slams que llegarán en los próximos meses, la pupila de Conchita Martínez destacó que nada cambiará en la forma de afrontar esos certámenes.
"Haré lo que hice hasta ahora. No importa si es un Grand Slam, un 1000 o un 500. Seguiré con mis rutinas. Si funcionan, seguiré haciéndolo y veremos si también funciona en los Grand Slams y en los 500. Eso no depende del torneo en el que esté compitiendo. No haré nada diferente. Me mantendré en lo mismo y veremos si funciona o no".
Por último, agradeció a sus padres, quienes tomaron la decisión de mudarse a Francia cuando ella era pequeña para comenzar con la formación en el tenis.
"Mis padres han hecho mucho pero no diría que sacrifiqué mucho. Por supuesto que trabajo duro todos los días pero todos lo hacemos para mejorar. Obviamente no es fácil pero nadie dijo que lo sería. Todo lo que puedo hacer es darles un gracias gigante a mis padres porque hicieron mucho para que pueda jugar al tenis. Es importante tener padres que te apoyen y crean en tí", cerró.