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¿Qué sucede entre Swiatek y su psicóloga?: "Se excedieron los límites entre terapeuta y deportista"

Aquella Iga Swiatek (2ª del ranking WTA) que parecía invencible y ganaba todo lo que jugaba quedó un poco relegada ante la aparición de una nueva versión de la polaca, una tenista más inestable, tanto tenísticamente como emocionalmente, generando destellos de flaqueza.

En su país natal se habla mucho sobre la mentalidad y el trabajo que viene haciendo con su psicóloga, Daria Abramowicz. Junto a ella, la ex número 1 del mundo logró consolidarse como una jugadora confiable y regular, características que comenzó a perder poco a poco, según comentó el especialista en la materia Dariusz Nowicki, uno de las psicólogos más respetadas de la nación europea.

En una entrevista junto al medio sport.interia, Dariusz comentó: "Un profesional de la psicología no puede permitirse entablar relaciones muy estrechas con su cliente porque su trabajo se distorsiona. Los errores llegan cuando hay muchas emociones de por medio, por eso hay que mantener una distancia. En el caso de Iga y Daria, se han excedido los límites de una relación entre terapeuta y deportista".

"Es necesaria una cierta distancia psicológica con relación al cliente que es deportista o en general al equipo de entrenamiento cercano al deportista o al equipo. Alguien en este grupo necesita mantener algo de sentido común y autocontrol emocional, y esta persona definitivamente debería ser un psicólogo", extendió el autor del libro 'Trabajo mental para una medalla dorada en deportes de combate'.

En consecuencia, el encargado de la preparación psicológica de la nómina polaca en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 aseguró: "Si bien los entrenadores se permiten ser bastante emocionales en situaciones iniciales, al ser copartícipe en este evento, un psicólogo involucrado profesionalmente en la psicología del deporte debe poder mantener su distancia y no involucrarse en las emociones. Sólo entonces podrá funcionar eficazmente en el marco de sus competencias profesionales".

Y de la teoría a los hechos, porque como menciona, al empezar a ver malos resultados es donde las falencias salen a la luz: "Cuando comienzan las relaciones amistosas, las relaciones profesionales desaparecen. Así es como hay que mirarlo. Y esto obviamente no favorece la eficacia de la influencia del psicólogo. Por supuesto, alguien podría decir que el fin justifica los medios, porque como Iga suele ganar, todo está bien. Sin embargo, estamos empezando a ver una cierta tendencia, incluso la llamaría una tendencia descendente, que está empezando a surgir y es más probable que esté relacionada con la inestabilidad mental".

Ya con las cartas jugadas sobre la mesa, el extaekwondista dio una solución para todo esto, aunque no es sencilla tanto para la polaca como su psicóloga: "Creo que no hay manera de volver a una relación a distancia. Más bien, como sucede con los entrenadores, solo un posible cambio podría generar un nuevo orden. Además, en el deporte, los cambios en dicha cooperación ocurren con bastante frecuencia. Son raros los períodos de cooperación tan prolongados".

Remitiendo a los hechos, la nacida en Varsovia, de 23 años, no levantó un trofeo a esta altura del año, contando el período comprendido entre enero y febrero, por primera vez desde 2021, a raíz de las eliminaciones en el Abierto de Australia, Doha, Dubai e Indian Wells.