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Monfils reveló la importancia de Svitolina en su carrera: "Literalmente me salvó"

Establecido como uno de los principales exponentes de la vieja escuela, el tenista francés Gael Monfils (42°) continúa dando de qué hablar en el circuito masculino, evidenciado durante 2025 al proclamarse campeón en Auckland, y alcanzar octavos de final en el Abierto de Australia y el Masters 1000 de Miami.

No obstante, el parisino, de 38 años, que en septiembre próximo cumplirá 39, atravesó momentos complicados en las pasadas temporadas, principalmente en la época que el COVID azotó al planeta tierra entre 2020 y 2021, al punto de barajar su retiro como profesional, apoyándose en su esposa, la ucraniana Elina Svitolina (18°), para salir fortalecido.

"Honestamente, si no hubiese conocido a Elina ya me habría retirado. No tengo dudas sobre eso. Creo que hubiese abandonado después del COVID. En ese momento todavía estaba en el Top 10, pero no significaba nada para mí. Estadios vacíos y una energía diferente, sentía que ya no era para mí", confesó el dueno de 13 títulos en el Tour, ocho sobre canchas indoor, en el canal Talk Show de YouTube.

Posteriormente, el tres veces finalista en torneos Masters 1000, dos en París (2009 y 2010) y una en Monte-Carlo (2016), prolongó: "Le empecé a decir que quizás era tiempo de parar. No podía regresar a mi antiguo nivel, era profundamente frustrante. Ella me ayudó a superarlo. No instantáneamente, pero cuando vino el invierno empecé a sentir esa chispa de nuevo. Un poco de disfrute en la cancha, que para mí eso es crucial".

"Después tuve una buena racha, escalé hasta el número 14, gané Adelaida y alcancé cuartos de final en el Australian Open. Pero luego vino otra lesión, en mi pie, que me alejó durante siete meses. Encima Elina estaba embarazada, tenía un grave problema familiar y, honestamente, pensé que era el final", reveló 'Le Monf', el cual se convertiría en padre de una niña, Skai, en octubre de 2022, luego de contraer matrimonio con la nacida en Odesa, de 30, en junio de 2021.

En sintonía, el semifinalista en Roland Garros 2008 y US Open 2016 destacó: "Elina encontró las palabras adecuadas. Me dijo: 'Mira, yo volverá después de dar a luz, así que tú también puedes'. Ella me motivó. Le dije que necesitaba un objetivo claro y pusimos uno juntos. Me ayudó inmensamente. Después dije, y todos se rieron, que quería clasificar a los Juegos Olímpicos. En ese momento estaba cerca del puesto 400".

"Mi esposa literalmente me salvó. Ella reavivó el fuego en mí. A veces arde brillantemente, a veces es apenas una llama, y ​​ella lo trajo de vuelta. Ella jugó un enorme y decisivo rol en el hecho de que aún siga jugando al tenis. Así que gracias, Elina", concluyó Monfils, quien aún le sigue plantando cara a las jóvenes promesas y rompiendo records.