De Buenos Aires a Madrid hay innumerables puntos en común. El idioma, los artistas, grandes campeones y ahora también, los triunfos de Francisco Cerúndolo a Alexander Zverev. En ambos casos con el argentino "de punto" y en las dos ocasiones con la sonrisa pintada en la boca del sudamericano.
En aquel 14 de febrero, día de los enamorados, el 28° del ranking mundial hizo vibrar al Buenos Aires Lawn Tennis Club ante un reciente finalista del Australian Open, por 3-6, 6-3 y 6-2, en dos horas y 11 minutos de juego para meterse en semifinales del Argentina Open.
Hoy hizo lo propio en la capital española sin siquiera darle chance alguna y abrochando el pase a cuartos de final cuando lo necesitó: 7-5 y 6-3 en una hora y media de encuentro. Y no habrá excusa posible. tal vez sí.
Así, estiró su ventaja en el historial ante Zverev con tres victorias contra ninguna del europeo. Lo domina, lo maniata y lo frustra. Algunos lo llaman "paternidad". Otros karma. Como aquella noche de Buenos Aires y esta tarde de Madrid sin apagón a la vista.
Una auténtica pesadilla la que despierta Cerúndolo que en la próxima instancia se medirá a Jakub Mensik. El sueño latente de ir por más en un M1000. Las cartas las tiene para hacer primera. Hay uno que ya sabe lo que es irse al mazo...
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