Un revés exquisito. De los que escasean en el circuito masculino. De esos que no pasan de moda. El de Richard Gasquet dejará de levantar suspiros al pasar.
Anunció su retiro en octubre de 2024 ("Tengo la suerte de poder elegir el momento en que digo basta, sin depender de una lesión"). Lo hizo efectivo en mayo del 2025 y su cuerpo resistió ("Pese a todas las lesiones quería estar aquí, es algo muy especial para mí). El destino quiso que sea en la Philippe Chatrier (repleta) y nada menos que ante un número uno.
Tras 23 años como profesional se abrazó a Jannik Sinner, se sentó en la silla, levantó las manos y se emocionó (sin derrochar lágrima alguna, fiel a su estilo). Como cualquiera de los presentes: Sebastian Grosjean, Gilles Simon y Nicolas Mahut compañeros de ruta; Robert Pires, campeón del mundo en 1998; Fabrice Santoro, ex compañero y presentador del torneo; y Amelie Mauresmo, directora de Roland Garros.
Recibió el cariño de Novak Djokovic, Rafael Nadal, Jo-Wilfried Tsonga y tantos más en un video conmemorativo. Llegó a ocupar el séptimo lugar en el ranking mundial en 2007 y formó parte del equipo que ganó la Copa Davis de 2017. Como contemporáneo de Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic presenció en primera fila el dominio del Big3 que, en conjunto, se llevó 66 trofeos de Grand Slam.
Ganó 610 partidos (es el francés con más triunfos en la Era Abierta) incluyendo finales en tres eventos Masters 1000: Madrid (cuando se jugó en una cancha dura cubierta) en 2005, y dos veces en canchas duras canadienses en 2006 y 2012. Llegó a otras cinco semifinales de M1000.
Con 16 títulos en el circuito profesional (otras 17 finales perdidas) y dos en dobles (otras dos finales perdidas), sus mejores resultados en grandes torneos son las semifinales en Wimbledon en 2007 y 2015 y en el Abierto de EE.UU. de 2013, además de la medalla de bronce en dobles en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.
El primer jugador en disputar 22 ediciones del Abierto de Francia se despide del deporte que abrazó desde los 4 años. Lo hizo ante miles de fans en Roland Garros y otros tantos más en todo el mundo. Se fue el último mosquetero. El más moderno de todos.
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