Cuando salta a la cancha, Jannik Sinner (1º) parece un tenista sin sentimientos. Todos lo notan. No rompe raquetas, no expresa sus emociones, no grita cuando impacta la bola ni tampoco se frustra cuando las cosas no le salen. Sorprende en un mundo donde la inmediatez es moneda corriente y, ante cualquier contratiempo, suele aflorar lo peor de uno. Sin embargo, el italiano admitió que todos esos pensamientos aparecen en su cabeza, aunque hace lo imposible por no exteriorizarlos.
Tras el triunfo ante Andrey Rublev (15º) en la cuarta ronda de Roland Garros, el italiano contó cómo maneja su fortaleza mental para no darle señales a sus rivales durante los encuentros. "Dentro mío hay una tormenta, pero como el tenis es un deporte muy mental intento no mostrarle nada. Si ves que el otro está un poco incómodo, tratás de apretar", afirmó en un diálogo con la extenista Alizé Cornet, quien lo entrevistó apenas acabó el partido en la Philippe Chatrier.
Además, puntualizó: "Suelo observar mucho lo que pasa del otro lado de la red, intento entender cómo se está sintiendo mi oponente. Pero sí, al principio de mi carrera, cuando era más chico, esa tormenta que tenía por dentro también se notaba por fuera. Así que estoy contento con cómo manejo ahora esas situaciones".
Sinner viene arrasando en París. No parece tener oposición. Ni siquiera el buen nivel de Rublev fue suficiente para sacarle, al menos, un set. De todos modos, él no se confía y sabe que todavía tiene margen de mejora: "Estoy muy, muy feliz. Con Andrey ya nos conocemos bastante, jugamos muchas veces, así que intentamos cambiar un poco el estilo de juego cada vez. Estoy contento porque en este tipo de partidos, al ser al mejor de cinco sets, todo puede cambiar muy rápido y las cosas se pueden complicar enseguida. Así que estoy orgulloso de haber podido cerrar el partido en tres sets, y más todavía en una sesión nocturna acá en París. Siempre es muy especial jugar acá".
Finalmente, el nacido en San Cándido, que enfrentará a Alexander Bublik en los cuartos de final, aportó detalles acerca del cambio de postura que adoptó en la devolución. "Lo empezamos a trabajar justo antes de este torneo. Sentía que a veces perdía el ritmo en la devolución, y esta posición me da un poco más de estabilidad y me ayuda a ir hacia adelante con la pelota, sobre todo en las devoluciones de primer saque, que vienen rapidísimo. A veces solo se trata de bloquear bien de los dos lados. Con el segundo saque trato de variar más: a veces devolver desde atrás, otras veces subir un poco más", explicó.
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