Nick Kyrgios todavía tiene problemas para volver a competir al máximo nivel. Más de un año y medio después de la cirugía de muñeca, el australiano salió en redes sociales con un comunicado que no estará en condiciones para la gira de césped de este año.
"He sufrido un pequeño contratiempo en mi recuperación y no podré volver a la temporada de césped este año. Sin embargo, esto es solo un pequeño obstáculo en el camino, y ya estoy trabajando duro para volver más fuerte que nunca. Gracias por su continuo apoyo; significa todo para mí. ¡Nos vemos pronto!"
De esta manera, no podrá jugar en Wimbledon, torneo en el que soñaba darse la oportunidad de jugar una vez más en la que podría ser su despedida del único Grand Slam donde ha podido jugar una final (perdió con Novak Djokovic en 2022). Récord de 20-8 en un lugar donde hizo las delicias del público.
Este año se suponía que sería la última oportunidad para el ex número 13 del mundo. Después de un partido alentador contra Giovanni Mpetshi Perricard y sus aventuras en dobles con Novak Djokovic en Brisbane, Kyrgios regresó a la realidad en el Abierto de Australia. Fue derrotado en la primera ronda por Jacob Fearnley, al punto de pensarse que era su última participación en Melbourne.
Viajó a Indian Wells, otro sitio de su interés, y tras ausentarse de un entrenamiento con fuerte dolor en la muñeca abandonó en el debut ante Botic van de Zandschulp. En Miami tuvo una alegría (a Mackenzie McDonald) pero cedió contra Karen Khachanov, un jugador mucho más activo, en segunda ronda. Eso fue todo. Solo jugó seis partidos en dos años, con una única victoria. La inactividad, por culpa de la rodilla y la muñeca, hace mella. Duele.
