No cualquiera consigue cambiar de página tan rápido como lo hizo la belga Elise Mertens (25ª), que en semifinales había vivido una montaña rusa de emociones y este domingo concluyó una historia única al derrotar 6-3 y 7-6 (4) a la rumana Elena-Gabriela Ruse (80ª) para consagrarse campeona en el WTA 250 de 's-Hertogenbosch.
Especialista en dobles al alzar 21 trofeos, cuatro en torneos de Grand Slam, la nacida en Leuven, de 29 años, vivió una semana soñada en la apertura de la gira sobre césped, eliminando a la búlgara Vikoriya Tomova (76ª), a la griega Maria Sakkari (85ª) y a la china Yue Yuan (84ª) en sets corridos para citarse versus la rusa Ekaterina Alexandrova (19ª), proclamada en 2022 y 2023, y segunda sembrada, rival a la que negaría el triunfo en 11 oportunidades para forzar el tercer parcial y acceder a su 16ª definición en el circuito femenino.
Ya en la instancia decisiva, la semifinalista del Abierto de Australia 2018, la cual participaba por octava ocasión en el evento alemán, cerraría la hazaña contra la de Bucarest, de 27 y procedente de la qualy, al transformarse en la primera jugadora durante la Era Abierta que se corona después de salvar 11 match points, tercera si se considera el Tour masculino, uniéndose al italiano Adriano Panatta, en Roma 1976, y al australiano Simon Youl, en Schenectady 1989.
En consecuencia, Mertens, quien levantó su décimo título en singles, primero sobre pasto, escalará un puesto en el ranking mundial WTA para asentarse en el 24° lugar, 12 menos que su mejor ubicación histórica.