No todo es color de rosas en la vida de los tenistas. Luego de sufrir meses convulsionados y plagados de malos resultados, el kazajo Alexander Bublik (45°) volvió a encontrar su mejor versión en el último mes y medio, principalmente al recuperar el disfrute en una cancha, materializándose en el ATP 500 de Halle al vencer 6-3 y 7-6 (4) al ruso Daniil Medvedev (11°) y consagrarse campeón.
Pese al negativo historial frente al ex número 1 del mundo, que se había impuesto en los seis duelos previos entre sí, la actualidad del nacido en Gatchina, Rusia, de 27 años y nacionalizado en 2016, presentaba un batallado pleito entre dos estilos de juego similares, más aún sobre el césped alemán, donde ya se había proclamado en 2023, venía de eliminar a Jannik Sinner (1°), Tomas Machac (23°) y Karen Khachanov (22°), y totalizaba 100% de efectividad en duelos versus integrantes del top 25 del ranking masculino.
"Siempre te he maldecido por enfrentarte y nunca te había ganado un set. Hoy estoy feliz por lograrlo. Eres un gran campeón, te deseo muchos éxitos. Vencerte aquí es un privilegio para mí. Has trabajado con tu equipo desde siempre, has ganado Grand Slam. Te deseo mucho más éxito y más Grand Slams", expresaría el ahora dueño de cinco títulos en el Tour, después de recibir un singular elogio de su rival, el cual no se corona desde mayo de 2023, en el Masters 1000 de Roma, durante la premiación.
Posteriormente, el reciente cuartofinalista en Roland Garros, que ya había evidenciado una mejora al alzar el trofeo en el Challenger de Turín y dejar atrás una catarata de tempranas eliminaciones, se sinceró al repasar su tortuosa trayectoria: "Es difícil hablar. Tuve meses tan complicados desde el último Wimbledon hasta probablemente este verano. Estuve cerca de abandonar después de Wimbledon porque no lo disfrutaba más. Caí significativamente en el ránking y no sabía por qué estaba jugando tan mal".
"Le prometí a mi entrenador que seguiría, continuaría practicando y luego de Wimbledon tomaría una decisión sobre si me tomaría unos meses de descanso antes de regresar. Está pasando, no sé. Cuartos de final en Roland Garros, campeón aquí. Es algo que no entraba ni en mis mejores expectativas. No tengo palabras", prolongó el pupilo de Artem Suprunov, quien se transformó en el cuarto jugador en convertirse en multicampeón del evento, luego de Roger Federer (10), Yevgeny Kafelnikov (3) y Tommy Haas (2).
"A veces nos olvidamos de que esto, al fin y al cabo, es un juego, incluso para jugadores con mi estilo. Puedes ser más o menos profesional, pero es importante saber que esto realmente es un juego, no un trabajo. Esto es un deporte, un entretenimiento para la gente. Sí que es difícil y demanda mucho esfuerzo, pero al fin y al cabo es solo un juego y hay que recordarlo. A pesar de eso, a veces es muy bonito y otras es muy devastador", continuó aquel en marzo pasado había alcanzado su peor posición desde 2019.
Por último, Bublik, que escalará hasta el 30° lugar y llegará como un firme contendiente a Wimbledon, competencia en que participará por séptima ocasión y avanzó hasta octavos de final en 2023, dejó una interesante reflexión: "No es verdad que no sienta presión. Cuando un deportista deja de sentir presión es cuando debe retirarse. Cuando vemos a los grandes como el Big 3 o Alcaraz o Sinner, ellos no lo muestran al público y mantienen el nivel".
