Prácticamente tan exitoso sobre polvo de ladrillo como en pista dura y césped, el español Carlos Alcaraz (2°) continúa grabando su apellido de modo indeleble en la historia del tenis, emulando marcas que tan solo algunos jugadores habían logrado en más de 50 años desde la instauración de la Era Abierta.
El trabajado triunfo contra el checo Jiri Lehecka (30°) en la final del ATP 500 de Queen's le permitió al joven murciano levantar su 21° título en el circuito masculino, quinto durante 2025, tercero al hilo, después de proclamarse en el Masters 1000 de Roma y Roland Garros, así como transformarse en apenas el quinto que levanta al menos cuatro trofeos en las tres superficies desde 1990, uniéndose al estadounidense Andy Roddick, al suizo Roger Federer, a su compatriota Rafael Nadal y al serbio Novak Djokovic.
"Es realmente complicado cambiar de polvo de ladrillo al césped en solo unos días. Solo tuve dos días de práctica y después empecé a competir aquí. Vine sin expectativas en absoluto, solo con el objetivo de jugar dos o tres partidos, intentar sentirme bien y reconocer qué debía mejorar", manifestó el pupilo de Juan Carlos Ferrero, el cual se convirtió en el tercero en coronarse en el Grand Slam parisino y en el evento londinense en la misma temporada, luego del rumano Ilie Nastase (1973) y el mencionado Nadal (2008).
En consecuencia, el ex número 1 del mundo, quien registra 28 triunfos y tres derrotas en el terreno verde, instalándose como el tenista con mayor porcentaje de efectividad, reconoció: "Pero me acostumbré al césped muy rápido y estoy muy orgulloso sobre eso. Lo que más orgullo me da sobre esta semana es que he estado mejorando cada día. Creo que soy un jugador diferente".
"No puedo decir que no. Pero solo jugamos dos torneos al año sobre césped, pero sí, me estoy sintiendo grandioso. No creo que sea mi superficie favorita sino el polvo de ladrillo ahora mismo. Pero me siento como en casa cada vez que juego sobre césped, lo cual es genial", respondió el ex número 1 del mundo, que sueña más que nunca con arrebatarle la cima del ranking masculino al italiano Jannik Sinner (1°), acerca de sus increíbles números sobre pasto.
Por último, el vigente bicampeón de Wimbledon recordó la época plagada de críticas, previo a imponerse en 27 de sus últimos 28 encuentros: "Recibí mucho hate cuando perdí en Miami. En vez de practicar después de eso, me tomé un descanso y fui a Cancún con mi familia. Y tuve tanto hate desde entonces, porque mucha gente empezó a decir 'qué va a hacer este chico, que acaba de perder en primera ronda, no entrenó, no fue a la cancha y siguió practicando para mejorar'".
"Y creo que esa fue la clave, tener cinco o seis días libres sin agarrar la raqueta ni salir a la cancha. Solo ir de vacaciones con mi familia, apagar mi mente y pensar qué podría haber hecho mejor. Recuperé las ganas y empecé a disfrutar al jugar al tenis de nuevo, salir a la cancha y competir. Me di cuenta de qué es lo más importante para mí", cerró Alcaraz, quien atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera y seguramente buscará una nueva coronación en el All England.