Una carrera que tuvo de todo la de Serena Williams: trofeos a montones, extensas semanas en la cima del ranking, reconocimientos desde las revistas más prestigiosas, récords, rivalidades míticas...
Sin embargo, a veces es necesario preguntarse sobre el comienzo de todo. En 1999, ubicada en el puesto N°6 del ranking, arribó al US Open para estampar uno de los momentos más memorables de su icónica carrera. En ESPN Tenis repasamos el primero de sus 23 títulos de Grand Slam.
La temporada de la adolescente comenzó en Oceanía con un breve recorrido por Sídney y Melbourne. Inmediatamente después, arribó a París y se encargó de sembrar la semilla que germinaría meses más tarde. En la capital francesa derrotó a tres jugadoras establecidas por encima en el ranking, Nathalie Tauziat, Julie Halard-Decugis y Amélie Mauresmo, para firmar la inauguración de su vitrina como profesional en el circuito más exigente del planeta.
Estirando su buen momento, sumó dos nuevos títulos durante la gira norteamericana: primero en Indian Wells con una victoria sobre Steffi Graf y luego en Los Ángeles frente a Decugis como antesala del US Open. Esa última consagración en California la llevó del puesto N°11 al N°6 del mundo. Con la confianza en alza debido a las consagraciones previas durante la temporada, Serena se encaminó en Nueva York con triunfos de renombre sobre Kim Clijsters, Conchita Martínez, Monica Seles y Lindsay Davenport.
En la definición del título, protagonizando una final de adolescentes, se topó con Martina Hingis, primera raqueta del planeta y cinco veces campeona de Grand Slam para ese momento. Por primera vez en una instancia de tal magnitud, la estadounidense de 17 años sacudió la presión, los nervios y la inexperiencia, se impuso con un 6-3 y 7-6 (4) y levantó el primero de sus 23 títulos de Grand Slam. El comienzo de una historia dorada que ocupó la primera plana del tenis femenino en las últimas décadas.
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