38 años de edad y aún queda Novak Djokovic (7º ATP) para rato. El serbio, ex 1º del mundo, derrotó al estadounidense Taylor Fritz (4º) por undécima vez en su carrera (sin derrotas), con parciales de 6-3, 7-5, 3-6 y 6-4, y se clasificó para las semifinales del US Open, último Gran Slam de la temporada, donde se las verá nada menos que con el español Carlos Alcaraz (2º).
En el día de cumpleaños de su hija Tara, el tenista balcánico y dueño de casi todos los récords del deporte blanco, afrontó su 65 instancia de cuartos de final y se regaló el triunfo 397 de torneos Majors, en 80 participaciones en esta clase de certámenes. Además, con este pase a semifinales, igualó las 14 apariciones en esa ronda del estadounidense Jimmy Connors en el Abierto de los Estados Unidos.
Las palabras no alcanzan para dimensionar lo que día a día es capaz de hacer Djokovic con la pelotita amarilla. Ante un rival de jerarquía, como lo es Fritz, dueño de 10 títulos ATP, "Nole" lo minimizó con una solvencia única y utilizó sus siempre efectivas variantes para contener los impactos a toda velocidad de su oponente, el cual no estuvo certero durante la mayor parte del encuentro con el servicio, su arma letal, convirtió mayor cantidad de tiros ganadores pero también cometió más errores no forzados más, cuenta deficitaria que se reflejó en el marcador.
El genio de Belgrado, el cual repitió al menos los cuartos de final en todos los Grand Slam del 2025, cerró el primer set luego de un maratónico game en el que sirvió 5-3 y debió recurrir a sus ejecuciones fuera de serie para rescatar repetidos puntos de quiebre y lograr un respaldo necesario para luego conducir hacia el triunfo bajo las 23.000 mil almas presentes en el intimidante estadio Arthur Ashe.
Todo iba bien para "Nole", aún sin desplegar su mejor tenis, pero la victoria no estuvo exenta de tensión: el público se involucró a comienzo del tercer set y el serbio, molesto por algunos abucheos inapropiados, se enredó en el ruido de la multitud y el enojo, entre otros factores, le costó un parcial. El anfitrión, a su vez, se contagió con sus fanáticos y creció muchísimo en el rectángulo de juego.
El tenista local, único norteamericano que quedaba con vida en la rama masculina, sin embargo, no pudo cortar la extensa racha de derrotas ante el inoxidable Djokovic y, más allá de atravesar momentos de muy buen tenis, se quedó sin boleto a semifinales, de modo que no podrá retener los puntos conquistados el año pasado, cuando hizo final y fue vencido por el italiano Jannik Sinner en sets corridos.
Después de tres horas y 27 minutos, el medallista de Oro en los Juegos Olímpicos de París 2024 fundamentó su victoria por varios aspectos, pero especialmente por la sobriedad a la hora de disputar los puntos más importantes. Sacó como los dioses cuando más lo necesitó y con la esperanza intacta, como en sus inicios, accedió a su 53 semifinales en 'torneos grandes' para seguir en busca del Grand Slam 25º.
"Podría ser el mayor logro de mi carrera, pero está lejos", había afirmado antes del encuentro. Ahora, solo dos contrincantes, pueden quitarle semejante ilusión. Su próximo rival será Alcaraz, la estrella española que busca convertirse en el primer campeón del US Open sin ceder sets.
Al término del partido, el europeo afirmó a ESPN Tenis que fue este el partido en el que se sintió peor tenísticamente en lo que va del torneo, pero que, aún disconforme, fue una gran victoria ante un jugador clase mundial.
El próximo partido de Novak Djokovic en el US Open, por el boleto a la final, será contra Carlos Alcaraz, con quien tiene un historial a favor de 5-3. Como dato adicional, el español nunca le ganó sobre el hard al serbio, ya que sus únicos triunfos fueron en Wimbledon (en dos finales) y Madrid, sobre polvo de ladrillo.
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