La reciente baja de Serena Williams del US Open tiró una serie de estadísticas a la basura y una muy curiosa es quizás la que más enorgullecería a la menor de las hermanas y es sacarse esa bendita foto con su hija Olympia.
Es que son tan pocos los casos de "madres campeonas de Grand Slam" que el último data desde este mismo torneo en 2009, ese que le dio gran parte de la gloria a Juan Martin del Potro, de la mano de Kim Clijsters.
La belga regresó de un retiro de dos años para ganarle Abierto de Tenis de Estados Unidos ante Caroline Wozniacki en la final.
Clijsters tenía a su hija Jada, de año y medio para esa fecha, y se convirtió en la primera madre en ganar un Grand Slam desde 1980, cuando Ivonne Goolagong Cawley derrotó a Chris Evert para conquistar la corona de Wimbledon.
En la ceremonia de entrega del premio, Jada fue llevada a la cancha para ver a su mamá y levantar el trofeo. El primero, además, de una dama que gana un Major sin ser cabeza de serie.