CLEVELAND - Puede estar cansado. Tal vez más cansado de tener que responder preguntas sobre su pase de balón en un momento clave que por jugar 45 minutos en el Juego 3.
Pero si algo no se siente LeBron James es derrotado.
Tras una amargo revés en un Juego 3 que dominaban en el minuto 47, la superestrella de los Cleveland Cavaliers se prepara para ganar el Juego 4 (ABC, ESPN Deportes, 8:00 ET) de las Finales de la NBA ante los Warriors, no solo para interrumpir el paso histórico de Golden State en la serie, sino porque su aspiración sigue siendo repetir como campeones.
“Mi mentalidad es la de tratar de ganar cada juego”, comentó James en la conferencia de prensa posterior al entrenamiento del jueves. “Mañana hay otra oportunidad de ganar y para mí, de continuar la serie. Ha sido una larga temporada y uno odia terminarla de esta manera. Así que mental y físicamente, tengo que prepararme para eso”.
“He estado todo el día poniendo mi cuerpo listo para mañana; poniendo mi mente lista nuevamente”, agregó. “¿Es esto una ventaja? No sé s es una ventaja, después de esta serie, después de esta postemporada y de cuántos minutos y juegos. Pero estaré listo para jugar mañana una vez llegue la hora del juego”.
James y los Cavs se convirtieron en 2016 en el primer equipo de la NBA en remontar una desventaja de 1-3 para ganar la Final. Para lograr el título, sus Cavs también deberán hacer algo que nadie ha hecho en 126 intentos en los playoffs, 12 de ellos en las Finales: ganar después de caer a 0-3. La cuesta es mucho más empinada aun cuando se trata de unos rivales que tienen marca de 30-1 en sus últimos 31 partidos, que no pierden desde abril, que no han perdido un solo partido con Kevin Durant en la alineación desde la víspera de San Valentín y que lleva 15 victorias consecutivas en la postemporada.
Y el miércoles, ni siquiera con un juego monumental de James y Kyrie Irving pudieron superar a los Warriors. Entre los dos, marcaron 77 puntos y anotaron y asistieron 100 de los 113 puntos de los Cavs. Pero Kevin Durant anotó 14 de sus 31 puntos en el cuarto parcial, incluyendo cuatro en el último minuto para sellar el triunfo 118-113 que silenció el Quicken Loans Arena.
“Son un grupo hambriento”, reconoció James sobre los Dubs. “Uno puede sentir eso. Se ha visto durante toda la temporada. Se ha visto en los primeros tres juegos de las Finales, y tienen mucho talento, toneladas de talento. Y trabajan bien juntos. No es un tipo en ese equipo que está pensando en él y no en el equipo”.
“Cuando puedes combinar talento, puedes combinar desinterés, y entonces combinas chicos que pueden jugar duro, eso va a resultar en muchas cosas buenas. He sentido eso no solo de mirar los videos antes de la serie sino también ahora en la serie”, agregó.
En las pasadas Finales, James lideró a su equipo en puntos, rebotes, asistencias, robos y bloqueos para guiar la remontada campeonil de los Cavaliers. Esta vez, promediar un triple-doble (32.0 PPJ, 12.3 RPJ and 10.3 APJ) en los primeros tres partidos no ha sido suficiente para frenar al menos un partido a los poderosos Warriors.
Un tema que se discute constantemente entre los medios que cubren la serie es el aparente cansancio con que se le ve a James a medida que avanza el partido, que se refleja en sus estadísticas de tiro en la segunda mitad. De acuerdo con el departamento de estadísticas en información de ESPN, James ha acertado 14 de 21 intentos de campos defendidos y 4 de 5 triples defendidos en las primeras mitades. En las segundas mitades, ha caído a 8 de 24 y 2 de 7 en la misma situación. Después de marcar 27 puntos en el primer tiempo, sus primeros puntos de la primera mitad se produjeron cuando quedaban poco más de cuatro minutos en el tercer segmento.
Por otro lado, es evidente que los Cavaliers necesitan en cancha a su superestrella si aspiran a tener alguna opción de triunfo. En los 2:23 que estuvo sentado en el Juego 3, los Cavaliers fueron superados por 12 puntos, incluyendo un avance de 10-0 en el primer cuarto. Con James en el piso, Cleveland superó a los Warriors por 7 puntos
Aún con la carga que recibió, el entrenador Tyronn Lue no lo piensa para señalar que su astro estará en la cancha el tiempo que sea necesario.
“No hay mañana”, dijo Lue. “Tenemos que jugar. Si necesita un descanso, el me lo dejará saber. Lo sacaremos y lo volveremos a poner. Pero ahora mismo, con nuestra temporada en la línea, tenemos que jugar”.
“(Una victoria el viernes) Es un paso en la dirección correcta”, agregó. “No vamos a conceder nada. Vamos a mantenernos compitiendo. Tuvimos una oportunidad de ganar anoche (el miércoles) y si jugamos con la combatividad y la intensidad con la que jugamos el juego anterior, sacando unos errores, tenemos oportunidad de ganar el viernes. Así que de ninguna manera concedemos nada. Vamos a estar listos para jugar el viernes”.