MÉXICO -- El primer golpe vino unas cuantas horas antes de que comenzara el duelo. Paul George se ausentaría del duelo en la Ciudad de México por una molestia en la pantorrilla y eso pareció afectar a su equipo en el primer cuarto, pero enfrente tenían a unos erráticos Brooklyn Nets.
Pese a ello, Oklahoma City Thunder, como suele ser la costumbre, se puso en manos del Jugador Más Valioso de la liga y con justa razón. Quizá bastó el nombre impreso en la parte trasera del jersey para que Spencer Dinwiddie se mostrara nervioso y muy pronto se empezara a meter en problemas de faltas con la marca que intentaba hacer sobre Russell Westbrook.
El público mexicano vitoreaba cada movimiento del N°0 del Thunder con cánticos de 'MVP, MVP', pero estos se fueron apagando con el pasar de los minutos y el despertar de los Nets. Las cosas no serían fáciles para uno de los equipos favoritos para llevarse el título al iniciar la temporada.
En el último cuarto, la marea cambió por completo. Ahora la afición coreaba 'defense, defense' y un triple que Dinwiddie conectó con poco menos de cinco minutos por jugar levantó a sus compañeros de la butaca y también a los más de 20 mil aficionados, abriendo la puerta a un cierre dramático de nueva cuenta, similar al que regalaron los Phoenix Suns y San Antonio Spurs en el mismo recinto unos cuantos meses antes.
Caris LeVert tomó las riendas del equipo de manera silenciosa para concluir con un doble-doble cortesía de sus 21 puntos y 10 asistencias desde la banca, robándole, aunque fuera por unos instantes, el espectáculo a una estrella que pese a sus 31 unidades quedó a deber.