Memorable no es precisamente la palabra correcta.
Dolorosas, frustrantes, desmoralizantes. Esas palabras se acercan más a cómo Draymond Green describiría las dos temporadas transcurridas entre la última aparición de los Golden State Warriors en las Finales de la NBA de 2019 y la actual temporada, estando a un juego de volver a disputar la serie por el campeonato tras la victoria 109-100 del domingo contra los Dallas Mavericks en las finales de la Conferencia Oeste.
Sin embargo, hay un recuerdo de las últimas dos temporadas que sigue presente.
"Realmente, ninguna de estas personas nos retiró de este espacio", expresó Green al periodista de ESPN Ohm Youngmisuk con respecto al equipo que no clasificó a los playoffs en las dos temporadas anteriores. "Toronto nos venció, pero nadie realmente llegó y dijo: 'Muy bien, se acabó la época de los Golden State Warriors'".
A pesar de toda la actitud y fanfarronería, es fácil olvidar que Green siempre ha sido uno de los observadores más agudos del panorama de la NBA.
El equipo de Los Angeles Lakers ganó el título de la NBA en 2020, a la vez que los Warriors tropezaron hasta sumar el peor récord de la liga con Green, Klay Thompson y Stephen Curry ausentes durante toda la temporada o lapsos significativos por lesiones. Los Milwaukee Bucks ganaron el título la temporada pasada, mientras que los Warriors intentaban formar su próxima generación de jugadores a la vez que daban una oportunidad a su núcleo actual de llegar a las más altas instancias del campeonato.
En esta temporada, los equipos y superestrellas nóveles, al igual que los últimos tres conjuntos a los que se han enfrentado los Warriors en estos playoffs, comenzaron a ocupar sus respectivos sitiales en el futuro de la NBA. Sin embargo, ningún equipo u organización se ha acercado a sustituir a los Warriors y desplazarlos de su sitial dinástico.
En la primera ronda, Golden State acabó con el dos veces Más Valioso Nikola Jokic y los Denver Nuggets. En la segunda ronda, se impusieron a Ja Morant y los Memphis Grizzlies, el equipo frecuentemente comparado con ellos (hasta de forma directa, tal y como lo hizo de forma descarada Dillon Brooks) durante las primeras fases de su dinastía.
En estas finales de conferencia, los Warriors le dieron a la superestrella de los Mavericks Luka Doncic la misma clase de atención y tratamiento que solían darle a LeBron James: conceder su grandeza y reconocer que probablemente anotaría más de 40 puntos, sin importar el esquema defensivo que pusieran frente a él.
"Luka es increíble", expresó Green sobre el All-Star de los Mavericks, que sumó 40 puntos este domingo a pesar de terminar menos-19 en 40 minutos. "Éste es su momento. Su momento es el futuro. Es un gran jugador y será un grande por largo tiempo".
Los Warriors vencieron, tal y como lo hicieron en tres de cuatro enfrentamientos en Finales contra James, limitando a todos sus rivales. En el duelo del domingo, limitaron a los compañeros de Doncic a 36% de tiros desde el campo y un atroz 25% desde la línea de 3 puntos.
Es la tercera ocasión en estos playoffs en la que Doncic suma al menos 40 puntos en una derrota, empatado con James (2009), Kareem Abdul-Jabbar (1977) y Jerry West (1965) con la mejor producción en una postemporada, según los datos de ESPN Stats & Information.
Durante las próximas semanas, se escribirá y dirá mucho sobre la forma en la que los Warriors se reagruparon y reinventaron para volver a estas fases del torneo.
Sin embargo, es probable que sea mejor preguntar: ¿Las han abandonado en algún momento?
"No abandonamos el espacio porque nos hayamos envejecido demasiado como para seguir aquí", expresó Green en sus declaraciones a Youngmisuk. "No abandonamos este espacio porque todos hayamos ido por separado. Dejamos el espacio porque Klay Thompson estaba ausente y luego volvió a quedar fuera de acción, y Andre [Iguodala] tampoco estaba aquí".
"Después, Steph Curry se ausentó. No abandonamos este espacio porque dejáramos de ser capaces de mantenernos en este espacio".
Obviamente, existe una figura importante de la dinastía de los Warriors que Green omitió en su análisis. Hablamos del hombre galardonado dos veces consecutivas como Más Valioso de las Finales en 2017 y 2018, el mismo que dejó el equipo como agente libre en 2019 para llegar a los Brooklyn Nets: Kevin Durant.
Quizás fue una simple omisión por parte de Green, o un sutil recordatorio de que los Warriors ganaron un campeonato en 2014-15 y alcanzaron el récord de 73 victorias en 2015-16 antes de la llegada de Durant.
Ese estilo de juego de los primeros años de la dinastía de los Warriors ha vuelto por sus fueros en esta serie.
Estos Warriors se destacaron utilizando su longitud, talento e inteligencia para jugar una defensiva asfixiante, a la vez que ostentaban la ofensiva más democrática y estética de la NBA.
Todo ello, junto a la destrucción absoluta de sus rivales en el tercer periodo.
En la noche del domingo, Golden State pudo convertir una reñida ventaja 48-47 en el medio tiempo en una holgada superioridad 78-68 antes del cuarto periodo.
Según ESPN Stats & Info, los Warriors superaron a los Mavericks por 10.3 puntos por partido en el tercer periodo de esta serie. Este ritmo los llevaría a ostentar su mejor diferencial en todas las series jugadas bajo el mando del entrenador Steve Kerr: mejor que los 9.7 puntos con los que se impusieron a los Houston Rockets en los terceros periodos de las Finales de Conferencia en 2018.
Esa serie a siete encuentros fue mucho más reñida que esta o cualquiera de sus partidos posteriores en Finales de Conferencia. El triunfo del domingo fue el noveno consecutivo para Golden State en las finales de conferencia, una cadena que se remonta a aquella victoria en el Juego 7 contra Houston en 2018.
"Para que nosotros volviéramos a estas instancias y ganar una serie de playoffs, mucho menos donde estamos ahora, no se trata de la motivación", expresó Curry, que terminó con 31 puntos, 11 asistencias y 5 rebotes. "Se trata más bien de la emoción por poder hacerlo de una forma distinta".
"La motivación es que hemos vuelto a estas instancias, con la oportunidad de buscar una aparición en Finales tras un receso de dos años con nuestro núcleo y un nuevo elenco".
Esos nueve triunfos al hilo en las Finales de Conferencia comparten un hilo común, a pesar de las dos temporadas transcurridas entre ambas. Los Warriors tienden a fortalecerse a medida que avanza a la serie, a la vez que explotan al máximo las debilidades que descubren en sus rivales.
En esta serie, Golden State ha identificado las carencias de los Mavericks a la hora de proteger el aro. Varias fuentes ligadas al equipo han indicado a ESPN que Dallas enfatizará este aspecto en sus movimientos de temporada baja.
Según los datos de Second Spectrum, los Warriors tienen 72.6% de enceste en sus bandejas y volcadas durante esta serie, lo que les encamina a sumar la segunda mejor producción en una serie entre los equipos de la NBA desde que se iniciara la recolección de dichos datos en la temporada 2013-14.
Este domingo, convirtieron en el 68.8% de sus bandejas y volcadas. Doncic fue el defensor que más se acercó en 11 de dichas jugadas y fue una coladera, cediendo 10 bandejas o volcadas, incluyendo la volcada Tomahawk de Andrew Wiggins faltando 6:38 en el reloj.
Los 11 intentos de bandeja empatan el segundo peor registro de un partido en la carrera de Doncic (el peor en su trayectoria en playoffs) y las 10 cestas es el peor registro para él en un mismo partido.
Eso representa una expresión de los problemas defensivos de Doncic en lo individual y el énfasis de los Warriors en forzarle a gastar energía en ese lado de la cancha.
"Sigo aprendiendo", dijo Doncic. "Creo que, después que termine la temporada, independientemente de donde estemos, voy a mirar atrás y aprender muchas cosas. Estas son mis primeras Finales de Conferencia en la NBA".
En contraste, los Warriors han estado muchas veces en estas instancias. Y tal como están jugando ahora, es como si nunca se hubieran ido.