Ustedes aman el béisbol. Tim Kurkjian también ama el béisbol. Así que mientras esperamos ansiosamente por el regreso del deporte, cada día les daremos una historia o dos, atada a lo ocurrido en esta fecha en la historia del béisbol.
UN DÍA COMO HOY EN 1969, falleció el lanzador Jim Tobin.
Es uno de los mejores lanzadores bateadores de la historia; se fue de 34-15 (.441) como novato en 1937. En 1945, se convirtió en el único jugador en liderar ambas ligas en jonrones en su posición en la misma temporada.
Es el único lanzador en conectar tres jonrones en un partido, algo que ocurrió el 13 de mayo de 1942. Y fueron casi cuatro. En su primer turno de ese día, el viento evitó que un elevado que conectó hacia la franja de advertencia del jardín izquierdo se fuera de cuadrangular. El día antes, Tobin había conectado un cuadrangular como bateador emergente en su único turno al bate. Así que un lanzador casi conectó de cuadrangular en cinco turnos consecutivos.
Aquí hay algunas otras hazañas sorprendentes hechas por lanzadores:
Dejaremos a Babe Ruth fuera de esto. Eso no es justo. Él no es justo.
El último lanzador en conectar cinco hits en un juego fue Mel Stottlemyre, quien, el 26 de septiembre de 1964, se fue de 5-5 y lanzó una blanqueada de dos hits contra los Senadores.
Rick Wise conectó dos jonrones en su juego sin hits en 1971.
El último lanzador en lograr dos triples en un juego fue Jim Golden en 1962.
Red Faber (1915) fue el último lanzador en robarse tres bases en un juego.
Don Newcombe (1956) es el único lanzador en conectar dos jonrones y robarse una base en un juego.
Tony Cloninger (1966) es el único lanzador que conseguir dos grand slams en un juego.
En 1935, el lanzador de los Medias Rojas Wes Farrell conectó un jonrón para dejar tendido al rival y ganar un juego que abrió. El día anterior, había bateado un jonrón de tres carreras para dejar tendido al rival como emergente. Pasarían 70 años más antes de que los Medias Rojas ganaran juegos consecutivos con un jonrón para dejar tendido al rival. Ferrell bateó 38 jonrones en su carrera, la mayor cantidad para un lanzador. Eso fueron 10 más que el hermano Rick, receptor que está en el Salón de la Fama.
Los últimos lanzadores en batear .300 en una temporada (mínimo 80 turnos al bate) en la que ganaron 20 juegos fueron Catfish Hunter en 1971 y Bob Gibson en 1970.
En 1925, Walter Johnson bateó .433 y condujo 20 carreras en 97 turnos al bate.
En 2019, el lanzador de los Rojos Michael Lorenzen se convirtió en el primer jugador desde Babe Ruth en batear un jonrón, obtener la victoria y jugar en los jardines en el mismo juego. "Tengo una tarjeta de béisbol solo conmigo y con Babe Ruth", dijo Lorenzen. "No hay nada más genial que eso".
Otras notas de béisbol del 19 de mayo
En 1956, Dale Long de los Piratas bateó el primer jonrón en lo que sería un récord de ocho juegos seguidos. Tenía 30 años y tenía 25 jonrones en su carrera en más de dos temporadas cuando comenzó la racha. Eventualmente, ese record lo empatarían Ken Griffey Jr. y Don Mattingly.
En 2008, Jon Lester lanzó un juego sin hits. Jason Varitek fue el receptor. Era el cuarto juego sin hits que había atrapado, un récord en las Grandes Ligas. Tony Pena atrapó la mayor cantidad de juegos en la historia (1,950) sin ser receptor en un no-hitter.
En 1968, la espectacular racha de jonrones de Frank Howard (10 en seis juegos, al menos un cuadrangular en cada uno) finalmente fue detenida por Earl Wilson. Howard, que medía 6 pies 7 pulgadas y 300 libras, todavía podría ser el hombre más fuerte que haya jugado el juego. El antesalista de los Cachorros, Ron Santo, me dijo que, en un juego de entrenamiento de primavera a principios de la década de 1960, quedó inconsciente cuando fue golpeado en el estómago por un rodado golpeado por Howard. Cuando Santo despertó en el hospital, Howard estaba allí, revisándolo. Santo preguntó: "¿Quién es este gigante parado sobre mí?"
En 2006, Melvin Mora firmó una extensión de tres años con los Orioles. En 2001, su esposa tuvo quintillizos. Me dijo: "Teníamos un equipo de baloncesto completo".