Incluso con un calendario recortado a la tercera parte de su tamaño tradicional, y todo lo que eso podría implicar, los Houston Astros y Los Angeles Dodgers lucen notablemente superiores a sus rivales del oeste de ambas ligas mayores.
En una temporada en la que los clubes se enfrentarán en 40 de 60 partidos (el 66% de las ocasiones) a sus colegas divisionales, esa superioridad podría tener un mayor significado que nunca antes. El coronavirus forzó a la oficina del comisionado a limitar los viajes largos para reducir la exposición de los jugadores a la pandemia.
Los Dodgers, que han ganado siete títulos divisionales consecutivos, lucen tan buenos o mejores que cualquier momento de esa racha, incluso que cuando perdieron la Serie Mundial ante Houston (en el 2017) y los Boston Red Sox (2018).
A una alineación que lideraba el Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Nacional del año pasado, el jardinero Cody Bellinger, agregaron al MVP de la Liga Americana de hace dos años, el jardinero Mookie Betts, quien fue adquirido junto al lanzador David Price desde Boston.
Un calendario más corto significa menos esfuerzo para el estelar Clayton Kershaw, quien ha lidiado con múltiples molestias importantes desde el 2016, aunque eso no le ha impedido mantenerse extraordinariamente efectivo cuando sube al box. El jueves contra los San Francisco Giants, Kershaw tendrá su novena apertura de día inaugural, un récord para la franquicia.
Pero Kershaw, un futuro miembro del Salón de la Fama que tiene efectividad de 2.44 en 12 años en Grandes Ligas, no es ya el mejor pitcher en el staff de los Dodgers. Ese honor pertenece actualmente a Walker Buehler, un derecho de 25 años que tiene 10.3 ponches por cada nueve entradas en sus primeras 62 apariciones.
Los Arizona Diamondbacks, que mejoraron su alineación con el jardinero dominicano Starling Marte y la rotación con el zurdo Madison Bumgarner lucen como el mayor peligro para los Dodgers. Bumgarner tiene foja de 15-14 y efectividad de 2.72 contra los Dodgers en su carrera, que hasta el año pasado transcurrió en San Francisco.
La juventud de los San Diego Padres, representada en el torpedero Fernando Tatis Jr. y el lanzador abridor Chris Paddack, entusiasma, pero aún están a un escalón de asustar seriamente a Los Angeles. Los Colorado Rockies y San Francisco lucen menos peligrosos aún.
En la Liga Americana, Houston estará en una misión: Demostrar al mundo que es mucho más que una pila de pillos que robaron señales ilegalmente para sacar ventaja de sus rivales.
Los Astros, que fueron castigados fuertemente por la oficina del comisionado por violar las reglas en 2017, cuando vencieron a los Dodgers para conquistar el primer campeonato de la franquicia, siguen teniendo uno de los grupos más talentosos del mundo.
A la ofensiva tienen una estrella en prácticamente todas las posiciones. José Altuve, Alex Bregman, Carlos Correar y George Springer son candidatos al Jugador Más Valioso. En un calendario corto, Altuve puede batear .400 y varios de sus colegaas, incluyendo Yordan Álvarez, ganar el título de jonrones.
El futuro miembro de Cooperstown Justin Verlander y Zack Greinke encabezan la rotación abridora, mientras que Roberto Osuna comanda un buen bullpen.
Los Angeles Angels juntaron al antesalista Anthony Rendon con Mike Trout y Albert Pujols y el japonés Shohei Ohtani está listo para batear y lanzar, pero la mayor aspiración real para la tropa de Joe Maddon es tratar de superar a los Oakland Athletics en el segundo lugar y buscar un puesto Wild Card.
Oakland luce muy bien con Marcus Semien, Matt Chapman, Matt Olson, Khris Davis y Ramón Laureano liderando la ofensiva y Frankie Montás, Sean Manaea y Mike Fiers en la punta de la rotación. Los Texas Rangers y los Seattle Mariners necesitarían varios milagros para sobrevivir en esa carrera.
Los Astros y los Dodgers se enfrentarán cuatro veces en el 2020. Los Dodgers estarán en el Minute Maid Park martes y miércoles de la próxima semana, en su primera gira del año, mientras que los Astros visitarán Dodger Stadium el 12 y 13 de septiembre.
Salvo acontecimientos extraordinarios, esos dos equipos deberán terminar la serie regular con las mejores marcas de sus respectivas divisiones. Y quien sabe si hasta podrían verse de nuevo en el clásico de otoño para una revancha épica, pero esta vez sin robo de señales.