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Urueta: Un colombiano que hace historia en béisbol RD

SANTO DOMINGO, República Dominicana -- Con cada paso que da, Luis Urueta hace historia en el béisbol de República Dominicana. Sin embargo, para el colombiano, la parte más importante de este singular viaje apenas comienza.

"Siento un gran alivio por haber llegado hasta aquí, pero tengo claro, que lo que para otros es un logro, para los exigentes seguidores de mi equipo, es apenas un trámite rutinario", dijo Urueta a ESPN Digital en Santo Domingo.

Los Tigres del Licey y las Aguilas Cibaeñas, los dos grandes rivales de la pelota invernal quisqueyana, se enfrentarán, desde el martes, por segunda temporada consecutiva en la gran final del evento deportivo más importante que tiene la isla caribeña.

El Licey ha ganado 11 de los 20 enfrentamientos anteriores, incluyendo el de enero pasado, cuando Urueta era un asistente en la banca de los felinos. Las Aguilas, que son dirigidas por el puertorriqueño Lino Rivera -- un ex manager de Licey -- escoltan a Licey con 20 títulos nacionales, pero no celebran una corona desde enero del 2008, cuando superaron a los Tigres en la final.

República Dominicana se paraliza cuando estos dos equipos chocan en la final.

Urueta, quien cumplió 37 años hace dos semanas, fue nombrado a mediados del año pasado como el dirigente #63 del Licey, el equipo más ganador de la pelota caribeña, con 22 títulos nacionales y 10 de la Serie del Caribe.

Muchos extranjeros habían comandado a los Tigres, que tuvieron 16 pilotos que posteriormente alcanzaron las Grandes Ligas de Estados Unidos -- incluyendo Tom LaSorda, un miembro del Salón de la Fama de Cooperstown--, pero nunca un nativo de Colombia. De hecho, Urueta es el primero de su país que dirige cualquier conjunto de la liga dominicana.

En Colombia, una nación sudamericana de casi 50 millones de habitantes, el pasatiempo principal es el fútbol. Pero el país no es ajeno al béisbol, que se juega mayormente en la costa atlántica. Un colombiano, Luis Castro, fue el primer latino que jugó en las Grandes Ligas, con los Atléticos de Filadelfia en 1902.

La mayoría de colombianos que se destacaron en las últimas dos o tres décadas en la pelota (incluyendo el gran torpedero Edgar Rentería) vistieron la camiseta del Licey. Para Urueta, trabajar con los Tigres era algo que estaba señalado por el destino desde que era un adolescente y asistió a un partido de la final de 1999, que los Tigres ganaron en un juego decisivo a sus vecinos Leones del Escogido.

Para conseguir el trabajo, sus principales credenciales eran haber dirigido en la liga colombiana, pero principalmente, conducir la selección de su país en la cuarta edición del Clásico Mundial de Béisbol, en marzo del 2017.

En la primera ronda del mayor torneo internacional de la pelota, Colombia desafió en partidos cerrados a Estados Unidos y República Dominicana, dos súper favoritos para ganar el título, y derrotó a Canadá, asegurando la clasificación para la cita del 2021.

Durante el invierno, los Arizona Diamondbacks promovieron a Urueta al staff de coaches de Grandes Ligas para la temporada del 2018, que será su año 17 en la organización. Urueta fue firmado como catcher en 1998 para Arizona por el cazatalento dominicano Junior Noboa, actualmente un vicepresidente de los Diamondbacks y el gerente general de Licey.

"Soy la cara de un país en materia de béisbol, en cuanto a la dirigencia, y estoy seguro que otros colombianos quieren hacer carrera en esa área. Espero que [mis] resultados puedan abrir las puertas a otros muchachos que trabajan en el béisbol organizado y que sueñan con dirigir en las ligas invernales del Caribe", dijo Urueta.

"Es un orgullo el poder venir a la República Dominicana a dirigir un equipo de tanta historia y tanta tradición como es el Licey", dijo. "Personalmente, es un reto en mi carrera profesional como dirigente", agregó el colombiano.

"No es presión, pero sí una gran responsabilidad. Licey tiene una fanaticada que sigue mucho el equipo, una fanaticada exigente y que exige resultados positivos. Creo que eso me compromete un poquito más en mi trabajo como dirigente. Espero que al final de la temporada, haya cumplido el objetivo", dijo.

En su debut como el capataz, Urueta debió sortear muchas dificultades, principalmente por la ausencia de varios jugadores claves en el diseño del roster de la primera mitad de la temporada regular, y no fue hasta el último partido del calendario que logró clasificar a sus Tigres a los playoffs.

Licey, que terminó la vuelta regular con récord de 25-25 y en cuarto lugar del standing, comenzó a carburar en la semifinal todos contra todos, ganando sus primeros seis encuentros y conquistando el primer lugar (y la ventaja de la casa para la final) con marca de 11-7. La ofensiva, que lideró las primeras dos etapas en carreras anotadas, ha sido el único punto consistente del club azul desde el comienzo de las hostilidades en octubre.

Pese a ser el más exitoso, Licey tiene una deuda pendiente: "El Glorioso" no ha logrado repetir coronas desde que obtuvo tres al hilo entre 1982 y 1985.

"Es lo que quieren todos los que están relacionados al equipo y, de alguna manera, es la meta más importante que puse cuando acepté el trabajo. El campeonato del año pasado no cuenta, tampoco los juegos ganados antes de llegar a la final. Repetir sería lo único que recordarían los fanáticos de Licey", dijo Urueta.

"Afortunadamente fui parte del campeonato del año pasado y aprendí de los errores que se cometieron y de las cosas positivas que se hicieron, pero no deja de ser [una presión] el tratar de ganar coronas consecutivas en un torneo tan exigente como el dominicano", dijo agregó.