<
>

Grandes decepciones del deporte profesional

El deporte, como cualquier otra actividad humana, está repleto de historias sobre jóvenes súper dotados que parecían destinados a la grandeza. Todos apostaban a ello, pero por una u otra razón su aureola simplemente se extinguió.

Algunos, no supieron lidiar con la fama. Que apresuradamente se les comparará con grandes íconos de sus deportes o el hecho de convertirse en foco de atención provocó que la fama se le subiera a la cabeza. Y, simplemente, se dedicaron a Living la vida loca", como incitaba años atrás el cantante puertorriqueño Ricky Martín.

Otros, los menos afortunados, murieron o una inesperada lesión cortó de raíz su asalto al estrellato.

Alcoholismo, drogas, fiestas y peleas son denominadores comunes en sus cortas trayectorias. Pasaron de adornar las páginas principales de los grandes medios a ser grandes decepciones que solo volvían a mencionarse -la mayoría de la veces- por sus escándalos o acompañando la odiosa frase "Qué hubiera pasado si...".

He aquí una muestra de cuatro jóvenes, tres estadounidenses y un mexicano, que en algún momento tuvieron a sus pies a la Meca del deporte mundial: Estados Unidos, pero no supieron conquistarlo y sus nombres están grabados entre las mayores decepciones en la historia reciente del deporte.


Johnny Manziel (NFL)

Le llamaron 'Johnny Football'. Así de grande era el impacto del que fuera quarterback estrella de los Texas A&M en la NCAA. Siendo jugador de primer año, en 2012, ganó el Trofeo Heisman, el Premio Manning, el Davey O'Brien National Quarterback, algo todavía inédito para un freshmen. Esa temporada sobrepasó las 3,000 yardas con sus pases y las 1,000 yardas en carrera, algo que solo habían logrado otros cuatro jugadores, ninguno de primer año. Y por si fuera poco, lideró a su equipo a la conquista del Cotton Bowl de ese año ante Oklahoma.

El mundo del fútbol americano estaba a su merced. Sus escándalos mientras compitió en la NCAA, como vender artículos firmados y fiestas donde pululaban las sustancias prohibidas, fueron parcialmente minimizados. Eran cosas de la edad, seguramente decían.

Los Cleveland Browns lo reclutaron con el pick #22 de la primera ronda del draft 2014. Estaba llamado a ser la nueva gran estrella de la NFL, pero nunca interiorizó el compromiso profesional que se requiere para triunfar en la liga más exigente del deporte. Pensó que estaba en la Universidad y ese fue el comienzo de su fin.

Violencia doméstica, llegar borracho a los entrenamientos y perder su libro de jugadas son solo algunos de los tropeles que determinaron su fugaz e intrascendente paso de año y medio por la NFL.

Él pasó de ser 'Johnny Football' a Johnny a secas.


Julio César Chávez Jr (Boxeo)

Quienes tienen buena memoria recordarán aquella controversia que emergió cuando las promotoras de las dos estrellas jóvenes del boxeo mexicano decidieron organizar carteleras el mismo día. Fue el 15 de septiembre de 2012. Entonces, Julio César Chávez Jr. y Saúl 'Canelo' Álvarez estaban al mismo nivel y disputaban el honor de convertirse en los herederos de Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao, los rostros del deporte.

Chávez Jr. perdió el cinturón mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) por puntos ante el argentino Sergio 'Maravilla' Martínez. Mientras, Canelo ganaba por TKO a Josesito López. A partir de ese momento, la prometedora carrera del Hijo de la Leyenda (Julio César Chávez) cayó en un hoyo del que no ha podido salir, y la de Canelo ascendió al punto de que hoy es el boxeador más mediático y mejor pagado del Arte de Fistiana.

El Junior no ha salido de un escándalo para entrar en otro. Es conocida su irresponsabilidad en los entrenamientos, la cual ha provocado que sea reiteradamente multado por no cumplir con el peso. Su displicencia ha provocado hasta las críticas de su padre que en la más reciente derrota de su hijo comentó: le falta "hambre" para ser un grande.

Los despropósitos del Junior son de larga data. En 2009 fue sancionado siete meses y multado con 10 mil dólares por dopaje al dar positivo a furosemida. Cuatro años más tarde la Comisión Atlética de Nevada lo castigó con 9 meses y 900 mil dólares al dar positivo a marihuana. Y luego se negó a realizarse una prueba de dopaje antes de la pelea frente a Daniel Jacobs.

Chavez Jr pasó de ser el 'Hijo de la Leyenda' a ser el 'Hijito de papá'


Len Bias (Básquetbol)

Dicen los que le vieron jugar que fue el mejor basquetbolista que jamás piso una cancha de la NBA. Le consideraban el mejor alero salido de una Universidad en la historia. Estaba llamado a ser la fuerza opositora del que luego se convirtió en el mejor jugador de todos los tiempos: Michael Jordan. Se especula que la única diferencia entre uno y otro radicaba en que Bias era dos pulgadas más alto.

Pero el 19 de junio de 1986 todas las proyecciones terminaron sepultadas en las gavetas de los telediarios y periódicos. El médico John Smialek, tuvo la desagradable responsabilidad de anunciarlo: "El Sr. Bias murió de una intoxicación por cocaína que le provocó una interrupción de la actividad eléctrica normal del cerebro que controla los latidos del corazón. Esto resultó en una serie de repentinas convulsiones y paros cardíacos".

Así, apenas 36 horas después de ser reclutado por los Boston Celtics, vigentes campeones de la liga, en el draft de la NBA el 17 de junio, se apagó su prometedora carrera. Nunca veríamos al inconmensurable Larry Bird junto a la fuerza devastadora de Bias, a quien se le conocía como un tipo responsable y trabajador, pero un error se convirtió en tragedia. Decepción total. Tristeza profunda.


Brien Taylor (MLB)

Dijo el agente Scott Boras en 2006 que Brien Taylor era el mejor lanzador de secundaria (High School) "que he visto en mi vida". Sus palabras probablemente no están alejadas de la verdad. Que a esa edad un pitcher, zurdo por demás, marque 98-99 millas por horas, es uno en 100 millones.

Su récord de 29-6, con una efectividad de 1.25 y 213 ponches en 88 entradas, le abrió las puertas del conocido como Imperio del Mal: los New York Yankees. Lo reclutaron con la primera selección del draft de MLB en 1991. Le dieron un bono por firmar de $1.55 millones

Tras dos años de aclimatación en las granjas de los Mulos del Bronx, y con un futuro de ensueño, Taylor se metió en una pelea donde se lesionó el hombro y jamás volvió a ser el mismo. Perdió alrededor de 8 mph en su recta y dijo que en ocasiones sentía que nunca había lanzado una pelota hacia el plato.

Al final, Taylor no pudo pasar de Clase AA y es uno de tres jugadores -junto a Steve Chilcott (1966) y Mark Appel (2013)- que fueron seleccionados como primeros en el Draft de MLB y nunca jugaron un partido en las Mayores. Se fue del béisbol con marca de 22-30 y efectividad de 5.12 en siete campañas, seis de ellas en Clase A y una sola en Doble A.