LOS ANGELES -- La ciudad está de fiesta por el regreso del campeonato de la Serie Mundial luego de una espera de 32 años.
Los fuegos artificiales iluminaron a Los Angeles, los gritos de euforía y los cláxones de los autos se escuchaban desde lejos y la pasión y orgullo de los aficionados fue palpable en cada calle, cada esquina y rincón de una ciudad que se pintó de azul. Las camisetas, chamarras, gorras y hasta cubrebocas de Dodgers se veían por doquier.
El estacionamiento del Dodger Stadium vivió una contrastante realidad. Por las mañanas, el inmueble ha sido habilitado por por el gobierno para aplicar pruebas por la COVID-19, mientras que en las noches se convirtió en un auto cinema donde los aficionados compraban un boleto para observar en la pantalla gigante a su equipo en la Postemporada.
Era la forma en que los aficionados podían acercarse al estadio y al mismo tiempo, se alentaron mutuamente con porras con la inyección de adrenalina que subió de intensidad victoria tras victoria hasta conseguir el añorado y evasivo título en el Juego 6 de la Serie Mundal.
Esta misma noche de martes, mientras paseaba a mi perro, observé un edificio de departamentos. Desde las ventanas se podían ver los múltiples televisores con el Juego 6 de la Serie Mundial, todos al pendiente de lo que ocurría desde la “burbuja” en Arlington, Texas. Las banderas azules colgaban desde los balcones, en las fachadas de las casas y en los autos alrededor de la ciudad.
Algunos edificios en el centro de Los Angeles se iluminaron de azul, al igual que atracciones turísticas. En el muelle de Santa Mónica, la emblemática rueda de la fortuna está iluminada de azul y el logo de LA se refleja en el mar.
¿Quién diría que este 2020, el año más atípico del que se tenga memoria y que obligó al mundo a quedarse en casa por una pandemia, sería el marco en el que los títulos deportivos regresarían a la ciudad de Los Ángeles?
Hace unas semanas, Los Angeles Lakers ganaron su primer campeonato de la NBA en 10 años los Dodgers siguieron la obra con la séptima conquista del Clásico de Otoño en su historia.
Ambas franquicias tendrán que esperar para tener un desfile oficial para celebrar sus hazañas.
Más allá de que algunos aficionados han tomado las calles en ciertas partes de la ciudad, la recomendación y petición del gobierno local es quedarse en casa y seguir los lineamientos de seguridad y salud vigentes.
El mismo LeBron James se manifestó en redes sociales para expresar su deseo por un desfile, pero reconociendo que eso será imposible, al menos por ahora.
“¡¿Podemos, POR FAVOR, tener un desfile?! Sé que no podemos, pero, CARAY, quiero celebrar con nuestros aficionados de Lakers y Dodgers. LA es la ciudad de campeones”, dijo James en Twitter.