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Javier Báez usa grito de ánimo de Pedro Strop para superar a Cueto y a Gigantes

Javier Báez AP Photo

CHICAGO – Javier Báez se sirvió de una inspiración muy particular para quebrar el cero que había lanzado Johnny Cueto hasta la octava entrada. Los vítores de su compañero Pedro Strop, quien se acercó al puertorriqueño cuando se preparaba para su turno.

Cueto, abridor de los Gigantes de San Francisco, ya les había colgado nueve ponches a los Cachorros de Chicago y había retirado al primer bateador del octavo inning, el jardinero Jayson Heyward, antes de vérselas con Báez.

Fue ahí que Strop se percató que el boricua estaba poniéndose su guantilla y agarrando su bat y decidió apremiarlo para que terminase el partido con un solo swing.

“Javy se estaba poniendo ready (listo) en el dugout y yo vengo saliendo y le formé su revolu ahí. ‘¿Qué estás esperando para coger la vaina pa’ti? İRóbate el show!’”, relató Strop sobre su encuentro con Báez.

“Yo confiaba en que con el poder que él tiene era el hombre que podía cambiar el juego en el momento. De la manera que estaba pitcheando Cueto, no veía que iba a dar tres o cuatro hit corridos. Sentía que un jonrón era lo que podía cambiar eso y fui y le grité (a Báez)”, agregó el dominicano.

Las palabras de Strop inspiraron a Báez, quien trabajó a Cueto hasta que lo colocó en la cuenta máxima de 3 y 2, donde el as dominicano envió una recta de cuatro costuras de 92 millas que se quedó colgada en la zona de strike y que Báez depositó en el jardín izquierdo de Wrigley Field.

“Antes del turno, (Pedro) entró al dugout como un loco gritando y después de ese jonrón hay que darle bastante crédito y espero que mañana lo haga otra vez si estoy jugando para sacarla otra vez”, señaló Báez.

“[Fue] súper emocionante. Los dos pitchers tiraron un juegazo y finalmente Cueto cometió un error y lo hice pagar”, agregó el puertorriqueño.

- Javier Báez habla de su jonrón decisivo ante los Gigantes en la dramática victoria de los Cachorros

Báez se tomó un poco de tiempo para admirar cómo el cuadrangular volaba por encima de la hiedra del jardín izquierdo, lo cual, comprendió, pudo haber incomodado a Cueto.

“Estamos en Playoffs, fue un batazo grande, 0-0 en la octava. Pensé que estaba un poquito más lejos, pero el viento estaba en contra y apenas se fue, pero como quiera, cuenta”, señaló Báez, quien ahora tiene promedio de bateo de .388 (7 de 17) en partidos de postemporada.

“Cueto tiró un juegazo y Jon Lester también, pero (Cueto) me estuvo pitcheando adentro todo el juego y por fin, en ese 3-2, me tiró una recta por encima del plato y le pude dar. No estamos aquí para show off (presumirle a) otros jugadores, pero fue un batazo grande para el equipo”, reiteró Báez.

El anticipado duelo de abridores entre Cueto y Lester cumplió con todas las expectativas, con ambos combinándose para lanzar ceros hasta la octava entrada, antes del segundo cuadrangular de Báez en postemporada y con el que dio ventaja de 1-0 a Cachorros en la Serie Divisional.

Incluso, Cueto no permitió un solo hit sino hasta la cuarta entrada y ponchó a 10 bateadores, nueva marca en postemporada para el derecho dominicano. El jonrón de Báez fue sólo el tercer imparable permitido por Cueto en todo el partido.

“Fue un partido donde fue difícil crear carreras por lo bien que estaban lanzando ambos pitchers”, dijo el manager de Chicago, Joe Maddon. “No estaba pensando en eso, pero se convirtió en un juego que se podría decidir por un solo cuadrangular. Y por fortuna terminó así a favor de nosotros”.

Lester fue menos eficiente que Cueto en el sentido que permitió seis hits en su recorrido de ocho entradas, pero la defensiva de los Cachorros, en particular el gran trabajo del receptor David Ross, le ayudó a limitar el daño.

El cubano Aroldis Chapman obtuvo su primer salvamento en postemporada para asegurar la primera victoria con pizarra de 1-0 registrada por Cachorros en Playoffs desde la Serie Mundial de 1906 y la primera blanqueada en un partido de postemporada en Wrigley Field desde 1984.