Luego de que los Dodgers de Los Ángeles partieron delante en la serie divisional de la Liga Nacional, los Nacionales de Washington buscan ahora de la mano del derecho Tanner Roark un triunfo que empate las acciones antes de cambiar de escenario.
Roark (16-10, 2.83) viene de la mejor campaña de su carrera y hará su primera apertura en postemporada, pues sus dos apariciones anteriores, ambas en el 2014, fueron en función de relevista.
Su rival será el zurdo Rich Hill, un veterano de 36 años que regresa a los playoffs por primera vez en nueve campañas, luego de que en su única apertura, con los Cachorros de Chicago en el 2007, fuera sacudido con tres limpias y seis hits por los Diamondbacks de Arizona.
Hill, con 12 temporadas en las Mayores, tuvo sus mejores resultados en el 2016, con 12 triunfos, cinco derrotas y efectividad de 2.12 a tiempo compartido entre los Atléticos de Oakland y los Dodgers.
Cuando fue transferido de Oakland a Los Ángeles tuvo una estancia en la lista de lesionados y luego no permitió carreras en sus primeras tres aperturas con su nuevo equipo.
Fueron en total 19 episodios en blanco, incluidos siete perfectos ante los Marlins de Miami el 10 de septiembre, en aquel memorable partido en el que inexplicablemente el manager Dave Roberts le quitó la pelota y lo privó de intentar su cita con la historia.
Desde entonces, Hill no fue nunca más el mismo y en sus tres salidas siguientes, las últimas de la campaña regular, no consiguió nunca más un triunfo y toleró siete limpias y 16 hits en 15.1 innings.
Para Washington es fundamental un triunfo que empate las acciones y evite un complicado 0-2 cuando las acciones se trasladen a Los Ángeles a partir del lunes para el tercer –y de ser necesario- el cuarto juego.
Para los Dodgers, un triunfo los pondría a las puertas de la celebración en Chávez Ravine.