Los Dioses del Béisbol reclamaron un séptimo juego para una de las Series Mundiales más emotivas de la historia.
Los Dodgers de Los Ángeles vencieron 3-1 a los Astros de Houston y el Clásico de Otoño del 2017 se empató por tercera vez.
Y esos mismos Dioses perdonaron esta vez las imprecisiones del director Dave Roberts y le tiraron un salve a pesar de plantearse nuevamente tácticas contra la lógica.
Los Astros abrieron la pizarra en el tercero con cuadrangular solitario de George Springer ante Rich Hill.
Para Springer fue su cuarto bambinazo de la serie y el tercero que sirvió para empatar o dar ventaja a su equipo, hazaña que hasta entonces sólo había logrado el legendario Lou Gehrig.
Los Dodgers decidieron en el sexto ante un Justin Verlander que estaba encendido, en busca de su primer triunfo en esta máxima instancia, después de cuatro aperturas fallidas.
Austin Barnes inició la entrada con sencillo y se imponía a gritos un sacrificio de toque con Chase Utley para poner la potencial carrera del empate en posición anotadora y sobre todo, porque el bateador lleva 29 turnos consecutivos sin hits desde la postemporada del 2016.
Pero Roberts no ordenó el toque y se puso de tan buena suerte que Verlander golpeó con un envío a Utley, cuando tenía dos strikes en la cuenta, para poner hombres en primera y segunda.
Nuevamente se imponía un sacrificio con el primer bate Chris Taylor y una vez más el manager fue contra el ABC.
Los Dioses del Béisbol le hicieron un guiño y Taylor disparó un batazo sin fuerza que cayó en la zona corta del jardín derecho para impulsar a Barnes con el empate y llevar a Utley hasta la antesala, quien anotó la ventaja con elevado de sacrificio de Corey Seager.
En el séptimo, Joc Pederson clavó el puntillazo con jonrón por la banda opuesta ante el relevista Joe Musgrove para ponerle cifras definitivas a la pizarra.
Y aunque tampoco manejó con sapiencia el pitcheo, las cosas le salieron bien a Roberts.
Una vez más le quitó temprano la pelota a su abridor Hill, esta vez con apenas 58 envíos.
Y con ventaja de dos carreras, trajo a su cerrador Kenley Jansen al rescate en el octavo, a pesar de la inefectividad mostrada por el curazoleño cada vez que ha tenido que trabajar más de un inning.
Pero esta vez estuvo intransitable y retiró a los seis bateadores que enfrentó, con tres abanicados incluidos, para asegurar la victoria.
Verlander lanzó a la altura que exigían las circunstancias, pues en seis episodios ponchó a nueve, permitió tres hits y dos limpias.
Pero cargó con la derrota, su cuarta en cinco aperturas en Series Mundiales, en gran medida, por la falta de soporte ofensivo de sus compañeros.
Dice un refrán que 'al que no hace, le hacen'. Entre el quinto, sexto y séptimo episodios, los Astros dejaron siete hombres en base y se fueron de 5-0 con corredores en posición anotadora, y eso a la larga le costó el encuentro.
El séptimo juego este miércoles tendrá al japonés Yu Darvish y a Lance McCullers Jr. como abridores.
¿De relevo? Todo el mundo, hasta Nolan Ryan por Houston y Sandy Koufax por Los Angeles, de ser necesario.
Demasiada larga ha sido la espera para ambos equipos para dejarla escapar sin un último esfuerzo.