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Cómo Román 'Chocolatito' González cambió la percepción del boxeo de las divisiones más pequeñas

Gennadiy Golovkin era la atracción principal, una de las fichas estelares de HBO Boxing durante casi una década, pero justo antes de ingresar al ring en Inglewood, California, en una noche de mayo de 2015 para enfrentar a Willie Monroe Jr., había un diminuto boxeador de Nicaragua que acaparaba la atención de toda la industria boxística.

Con un nocaut técnico en el segundo round sobre Edgar Sosa, la estrella de Román ‘Chocolatito’ González brilló con fuerza. Una vez más, llevó a un primer plano a las muchas veces ignoradas categorías de peso más bajas y mostró que aquellos que suben al ring con él merecen atención. Aunque la acción duró menos de seis minutos, se hizo evidente lo que solo los fanáticos más incondicionales ya sabían: que González, con 5 pies y 3 pulgadas de estatura, no solo era un talento generacional sino un luchador emocionante.

González rompió barreras en esa pelea contra Sosa, convirtiéndose en el primer boxeador de menos de 115 libras en pelear en HBO desde 1997. Ese momento fue solo el comienzo. González (50-3, 41 KOs) compartió varias otras carteleras con GGG en el futuro, pero finalmente encontró su camino como cabeza de cartel, recompensando a los espectadores con muchas peleas atractivas para los fanáticos.

Todos estos años después, ‘Chocolatito’ está más vigente que nunca. Aunque ya no es reconocido como el rey libra por libra, un título que mantuvo durante casi dos años, González sigue siendo uno de los boxeadores élite del deporte. Este sábado en San Diego tiene otra oportunidad de realzar su legado digno del Salón de la Fama. El boxeador de 34 años se enfrentará al mexicano Julio César ‘Rey’ Martínez (18-1, 14 KOs), el boxeador de 112 libras clasificado como No. 1 de ESPN, en lo que podría verse como un enfrentamiento de pase del batón (9 pm ET, DAZN).

“Chocolatito allanó el camino para que los boxeadores de categorías menores estuviesen al nivel de las grandes peleas y cerró la brecha hacia las bolsas grandes entre unas divisiones y otras”, dijo a ESPN Eddie Hearn, de Matchroom Boxing y quien será el promotor de la cuarta pelea consecutiva de González este sábado.

Martinez, un peleador que lanza sus golpes a mansalva, tiene la oportunidad de brillar, y de devengar altas sumas de dinero, gracias a que González marcó la pauta. González alcanzó el estrellato, en parte, debido a que sus peleas llevan la garantía de ser aguerridas, y con ello provee el nivel confiable de entretenimiento que las categorías superiors sencillamente no son capaces de brindar de manera consistente. Los peleadores de categorías más pesadas no lanzan tantos golpes, en parte porque carecen de una condición cardiovascular similar y en parte porque son más grandes y más lentos en su mecánica.

“Jamás imaginé (estas carteleras y exposición)”, dijo González, quien también ganó títulos en las 108 y 112 libras, a través de un traductor. Ganó $700,000, el máximo de su carrera, en su revancha en marzo contra el mexicano Juan Francisco Estrada. Su paga de $200,000 en su debut en HBO fue al momento el mejor de su carrera. “Estoy muy feliz de que hoy estén valorando más las divisiones más pequeñas. Y espero en Dios que sigan siguiendo a los nuevos, los que están surgiendo, los que están subiendo como nosotros”.

Uno de esos próximos peleadores es Martínez, un mexicano de 27 años que buscará derrotar a González en la pelea de 115 libras y con ello ganar el tipo de impulso que solo se logra al derrotar a un peleador de estatura legendaria.

“Chocolatito es el tipo de peleador que es un gran ídolo para las categorías de peso más pequeñas”, dice Martínez. “Hizo su historia, dejó su huella y eso es lo que nosotros buscamos hacer ahora”.


González yacía inmóvil sobre la lona del cuadrilátero mientras las cámaras de HBO enfocaban a su novia, Sofía, huyendo de su asiento de primera fila, abrumada por la emoción. Srisaket Sor Rungvisai, un boxeador tailandés de fuertes golpes, acababa de noquear a González con un gancho de derecha que dejó al mundo del boxeo horrorizado y preguntándose si era el final del icónico Chocolatito.

Solo seis meses antes, Rungvisai se anotó una controvertida decisión sobre González, favorito entonces 20-1, para poner fin a su reinado del título de peso junior gallo. No quedó ninguna duda en la revancha de septiembre de 2017.

González tenía solo 30 años en ese momento, pero después de todas las peleas brutales que incluyeron miles de golpes intercambiados, no se sabía lo que le quedaba. Cayó de su posición en el libra por libra y no peleó durante un año.

Pocas veces un peleador recupera su forma después del tipo de nocaut brutal que González sufrió a manos de Rungvisai, pero a lo largo de su carrera, González demostró que no es un peleador ordinario. Comenzó su regreso con un nocaut técnico en el quinto asalto ante una versión desgastada de Moisés Fuentes. Quince meses después logró otra victoria para recuperar su confianza ante Diomel Diocos. Esos fueron oponentes cuidadosamente seleccionados para medir sus habilidades, pero luego llegó una oportunidad: una pelea por el título en febrero de 2020 con el invicto Kal Yafai. Para sorpresa de muchos, González ganó casi todos los asaltos de manera dominante, anotando dos caídas en camino a un paro en el noveno asalto. Esa noche fue una exhibición de todas las maniobras de la marca Chocolatito, y una vez más se coronó campeón.

“Lo veo como un desastre natural, como una avalancha”, dijo Timothy Bradley Jr., ex campeón de dos divisiones y analista de boxeo de ESPN. “Una vez que se puso en marcha, no hubo forma de detenerlo. Tomó impulso en cada asalto y la forma en que lanzó sus combinaciones, la ubicación de los golpes y mantuvo la consistencia. Fue increíble”.

“No ves a muchos boxeadores capaces de lanzar combinación tras combinación... mientras los golpean, con gran precisión y poder. Chocolatito es el único tipo que conozco que puede hacerlo así”.

Lo hizo de nuevo en marzo pasado en la pelea seleccionada No. 2 entre las peleas del año de ESPN, una controvertida derrota por decisión ante Estrada. González y Estrada, el boxeador libra por libra No. 8 de ESPN, lanzaron 2,529 golpes combinados, un récord de CompuBox en una categoría de peso ya conocida por su alto volumen de golpes lanzados.

La actuación fue una prueba más de que González seguía siendo élite y posiblemente el peleador de acción más confiable en el deporte. La naturaleza controvertida de la pelea y la acción impresionante dejaron a los fanáticos clamando por un tercer encuentro entre los de 115 libras, y finalmente se fijó para el sábado.

Esa pelea era la que muchos querían ver este fin de semana, pero Estrada dio positivo a Covid-19, lo que cambió los planes y generó la oportunidad a Martínez de reemplazar a su ídolo y subir una categoría de peso, con cinco semanas de anticipación.

Aunque el pareo González-Martínez crea mucha expectativa entre los seguidores del boxeo por la acción anticipada, sigue siendo un premio de consolación tras la posposición del tercer encuentro frente a Estrada.

El primer encuentro fue en noviembre de 2012, una clásica batalla en disputa por el título de las 108 libras en manos de Estrada, que González ganó por decisión unánime.

Durante los siguientes años, González ascendió silenciosamente a la cima de la lista libra por libra, acumulando victorias por nocaut en sus ocho peleas antes de regresar al área de Los Ángeles para la pelea contra Sosa en su debut en HBO. Esos enfrentamientos se repartieron entre México, Japón y Managua, Nicaragua, donde nació y aún reside González.

“Los peleadores de peso mosca tuvieron que pelear principalmente en México y Japón, donde el promotor japonés Teiken apoyó muchas peleas en esas divisiones”, dijo Tom Loeffler, quien promovió siete peleas consecutivas de González entre 2015 y 2018. “Ningún promotor en Estados Unidos mostró gran interés financiero en esas divisiones en aquel momento. Trabajando con Teiken, pudimos presentar a Chocolatito en un escenario importante en HBO en las carteleras de GGG. Luego pudimos lanzar los programas del supermosca (peso junior gallo) basados en el éxito de Chocolatito”.

“Eso cambió la economía de esas divisiones y pudimos presentar a los mejores peleadores, incluyendo Chocolatito, Estrada, Srisaket, (Carlos) Cuadras, (McWilliams) Arroyo, (Naoya) Inoue y (Kazuto) Ioka”.

Desde la pelea contra Sosa, González ha peleado diez veces. Todas ellas, a excepción de dos, fueron en Estados Unidos, lo que evidencia la marca que ha dejado Chocolatito en el deporte.

“Él viene de cuna humilde. Creo que la gente se puede identificar con eso”, dijo Bradley. “La forma en que pelea, su coraje; la gente sueña con ser así, no solamente en un cuadrilátero, sino en la vida”.

“Brinda esperanzas a mucha gente en las divisiones inferiores de peso… cuando usted entrega su corazón en el ring, y la gente lo ve, lo respeta”.

Martínez también formó parte de las carteleras de respaldo de González. Su debut en los Estados Unidos fue en noviembre de 2019, cuando detuvo en nueve asaltos a Cristofer Rosales para capturar un título mosca que estaba vacante, y al igual que González, impresionó con su centelleante velocidad y estilo agresivo.

Defendió esa corona de 112 libras en dos ocasiones, en carteleras de respaldo a González (ambas en Estados Unidos y México) y viene de una pelea en noviembre contra Arroyo que terminó en ‘no-contest’ por un choque de cabezas que dejó a su rival incapaz de continuar.

Ahora, Martínez finalmente tiene su oportunidad de alcanzar la grandeza y el estrellato, tal y como antes lo hizo González.

“(Peleas como esta) son las que ayudan a lograr las grandes bolsas para las categorías de peso inferiores”, dijo Martínez. “Creo que a veces estas categorías son menospreciadas y quiero ser uno de los mejores pagados de estas divisiones. Después de mí, quizás los peleadores de estas divisiones reclamen sus grandes bolsas también”.

No devengan millones, pero si han progresado mucho desde los días en que González peleaba por bolsas de cinco cifras antes de su debut con HBO. Martínez, quien ganó $125,000 en su pelea más reciente, tendrá este sábado la mayor bolsa de su vida.

Si logra una victoria sobre González, ‘Rey’ podría extinguir la esperanza de un tercer encuentro González-Estrada y quizás lograr la pelea para sí mismo, con la gran paga que conllevaría.

“(Martínez” realmente pelea muy bien”, dijo González. “Luego de esto puede convertirse en un boxeador completo y un campeón en las 115 libras”.

Hasta que eso ocurra, González tiene más para dar en una carrera que ya ha abierto muchas puertas para sus colegas boxeadores. Ya antes fue descartado y es obvio que disfruta de la adulación en esta su segunda etapa. Pero está consciente de que el final se acerca, a tres meses de cumplir los 35 y en una categoría de peso que no perdona la edad.

“Estamos en la etapa final de la carrera, cerrando un capítulo antes de dejar el mundo del boxeo”, dijo González. “Y queremos cerrar ese capítulo con todo”.