No puedes competir contra el mejor piloto de la actualidad en la F1, quien es casi infalible, si cometes errores. Cada domingo de Gran Premio que Sergio Pérez no sube al podio, es un domingo perdido y ya suma tres en la temporada 2023, por más que haya podido 'minimizar' los daños con un cuarto lugar en Barcelona.
Ya son 53 puntos de diferencia entre, Max Verstpappen y Checo Pérez, los pilotos de Red Bull que dominan el Campeonato de Constructores y el de Pilotos, un poco más de los puntos que se consiguen en dos victorias y lo peor es que Checo Pérez nunca se sintió cómodo en el RB19 durante el fin de semana.
Un domingo se amarga desde el sábado cuando no haces la tarea. Si eres el niño que no fue previsor y que trata de hacer la maqueta que pidió la maesdtar, una hora antes de que cierren la papelería el domingo, seguramente el resultado no será un 10 de calificación.
La resaca dominical difícilmente se cura si en la jornada sabatina eres el desubicado de la fiesta. Calificar en el lugar 11 es inadmisible si tienes un Red Bull y más cuando el otro piloto que tiene un auto igual, hace ver al resto de la parrilla como una categoría inferior.
Hace menos de un mes nadie se atrevía a descartar que Sergio Pérez podía pelear el campeonato de la F1 a Max Verstappen, pero Miami, Mónaco y Barcelona han sido una seguidilla de golpes de realidad.
Después de la victoria en el Gran Premio de Azerbaiyán, donde las cosas iban 2-2 en triunfos entre los Toros Rojos, Verstappen sumó 77 puntos por 30 de Checo Pérez, lo que era una batalla con seis unidades de diferencia en 28 días se convirtió en un amplio espacio donde Max puede estirar las piernas cómodamente.
El daño empezó en Australia, donde fueron problemas en el auto lo que mandaron a Checo Pérez al último lugar de la parrilla.. Ahí rescató 11 puntos, pero la realidad es que perdió 8, porque lo menos que se espera de un Red Bull es el segundo lugar. Todo mundo puede tener un Gran Premio anómalo, después de Melbourne ya no se admitían fallas.
Pero En Mónaco... error desde la primera vuelta de la Q1 y de nuevo a la cola, pero en un circuito donde rebasar es pedirle que la ley física de la impenetrabilidad cambie, Ahí se fue con cero puntos, es decir perdió 18, al menos.
Ahora en Barcelona, lejos de ganar 12, ha dejado ir 6 más.
Es un valor entendido que Verstappen es el piloto más rápido de la Fórmula 1 y la única manera de vencerlo es con consistencia y presión, que sea él quien no encuente la manera de separarse, pero como Checo Pérez ha dejado ir 32 puntos entre Australia, Mónaco y Barcelona, así no puede pensar en el título.
Tal vez la peor noticia es la diferencia que se ha creado en tiempos por vuelta desde la Práctica 1 hasta el domingo, porque si el mexicano no tiene el paso, peleará con el coche para conseguirlo y ahí es donde se producen los errores.
Pero, ¿qué le pasa a Checo Pérez? ¿Dónde están las causas de este bajón? ¿Es el auto o el piloto? ¿Una mezcla de ambas? Porque el sublime desempeño de Verstappen no tiene nada que ver con los problemas de Checo. El mexicano debe y ha podido andar en tiempos del neerlandés y eso es lo que él mismo tiene como meta.
¿Será que el desarrollo del auto de nuevo se encamina a favorecer a Verstappen y a alejarse del estilo de manejo de Checo Pérez? El mexicano decía antes de la fecha en Montmeló que no, que sentía que iba en la dirección correcta, pero sus palabras en la zona mixta tras el GP denotaban incertidumbre, porque se siente un paso atrás de Max Verstapen en ritmo todo el tiempo.
¿Será la presión de pensar en el campeonato y descuidar los detalles de ir carrera a carrera lo que ha desconcentrado a Checo Pérez? Bueno, esa es una teoría que ponía sobre la mesa el asesor especial del equipo, Helmut Marko y no parece descabellada, si tomamos en cuenta que en Mónaco fue un error de Checo lo que lo marginó de los puntos y que en Barcelona, ante la falta de ritmo hizo algo similar en la calificación del sábado y quedó fuera en la Q2.
Un mal día para Checo Pérez es todo lo que no sea terminar la carrera en primero o segundo, punto. Remontadas meritorias, desafortunadamente, sirven de muy poco cuando tu rival barre la mesa con una tercia de triunfos y se llena las bolsas de puntos.
No es momento ni de dar por terminada la temporada y coronar a Verstappen, mucho menos de dar por muerto a Checo Pérez, pero el tapatío se ve como el minutero que ve con estrés cómo el segundero le da vueltas sin césar a la carátula del reloj. Su enfoque deber ser ir curva a curva, cambio a cambio, vuelta a vuelta, sesión a sesión, carrera a carrera.